"El endurecimiento de las condiciones financieras conducirá a una mayor desaceleración del crecimiento económico mundial, poniendo en riesgo la expansión en regiones vulnerables y profundizando las recesiones previstas en Europa". Así lo prevén en S&P Global Market Intelligence, cuyos analistas creen que la situación económica mundial se puede caracterizar como una recesión del crecimiento, en la que el PIB real no alcanza el potencial (actualmente cerca del 3%) y aumenta el desempleo.
En cuanto a las perspectivas económicas europeas, S&P Global Market Intelligence vaticina que Europa Occidental se enfrentará a una recesión en invierno, con altos costes de energía y suministros limitados.
"Tras un sólido crecimiento impulsado por los consumidores en los dos primeros trimestres de 2022, la economía de la eurozona se estancó en el tercer trimestre", apunta. "El impulso temporal de la demanda reprimida de servicios al consumidor parece estar desvaneciéndose, dando paso a los vientos en contra del suministro de energía y los problemas de precios, la guerra en curso entre Rusia y Ucrania, el endurecimiento de las condiciones financieras y el deterioro de la confianza", añaden.
Con este panorama, la agencia estima que el PIB real de la zona euro disminuya a finales de 2022 y principios de 2023, ya que los hogares y las empresas se enfrentan a facturas de energía vertiginosas y posibles interrupciones de energía. "La reducción del suministro de gas natural plantearía riesgos para las industrias europeas de energía eléctrica, metales básicos, productos químicos, plásticos, vidrio y cerámica".
Así, espera que el crecimiento anual del PIB real de la zona euro se desacelere del 5,2% en 2021 al 3,1% este año y al 0% en 2023, antes de recuperarse al 1,9% en 2024.
LA INFLACIÓN DISMINUIRÁ A MEDIDA QUE SE FRENE LA DEMANDA
Después de repuntar del 3,9% en 2021 al 7,6% en 2022, la inflación mundial debería disminuir al 4,8% en 2023 y al 2,8% en 2024. Los precios caerán "a medida que se enfríe la demanda y mejoren las condiciones de la oferta". Y si la inflación de precios disminuye durante los próximos dos años, acercándose a los objetivos de los bancos centrales, las políticas monetarias se relajarán y el crecimiento económico se reactivará, explican los analistas.
Destacan que los principales bancos centrales están endureciendo sus políticas, reconociendo que la alta inflación no desaparecerá silenciosamente. "El gradualismo ha dado paso a aumentos gigantescos de los tipos de interés y a una determinación más clara de contener la inflación real y esperada, a pesar de las consecuencias económicas adversas", dice el informe.
Con la inflación acercándose al 10% este otoño, "ahora esperamos que el Banco Central Europeo (BCE) eleve los tipos a un máximo del 2,75% para febrero de 2023 y la mantenga en este nivel durante un año".
PERIODO DE CRECIMIENTO MÁS DÉBIL Y MAYOR VULNERABILIDAD
Desde S&P Global Market Intelligence fijan para finales de 2022 y principios de 2023 el período de crecimiento más débil y mayor vulnerabilidad, cuando un nuevo shock importante podría llevar a la economía mundial a la recesión. "Si bien nuestro pronóstico no anticipa una recesión global, partes del mundo experimentarán recesiones, incluida Europa occidental y partes de América Latina", relatan en un reciente informe.
Sobre las perspectivas económicas mundiales, proyecta ahora una desaceleración del crecimiento del PIB real mundial del 5,8% en 2021 al 2,8% en 2022 y al 2% en 2023. La tasa de crecimiento de 2023 se revisa a la baja 0,3 puntos porcentuales con respecto al pronóstico del mes pasado, lo que refleja perspectivas más débiles para las mayores economías del mundo: la eurozona, China continental, Japón y EEUU.