El Decreto Ley aprobado este domingo por el Gobierno era contundente. A partir del 30 de marzo todas las actividades consideradas como no esenciales y que impliquen desplazamientos se paralizan hasta el próximo 9 de abril. Esto afecta, entre otros colectivos, al de las empleadas de hogar. La lista en la que se detalla cuáles eran son servicios esenciales lo deja claro: sólo podrán seguir trabajado aquellas empleadas cuya función sea la de atender a personas en situación de vulnerabilidad. ¿Qué ocurre entonces con el resto? ¿Y las trabajadoras internas?
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En concreto, entre las actividades esenciales, ya sean públicas o privadas, decretadas por el Gobierno están las de las "personas que atiendan mayores, menores, personas dependientes o personas con discapacidad, pero no empleadas del hogar en general si no cumplen esas funciones", según se refleja en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En las excepciones del estado de alarma ya se incluía el cuidado de mayores, menores y dependientes, incluso para desplazamientos en coche, siempre que se hiciera de forma individual. Tanto para trabajadores como para familiares.
Esto supone que aquellas trabajadoras que se dedican a servicios domésticos como, por ejemplo, la limpieza, no podrán desempeñar su labor en esta dos semanas, con lo que tendrán que acogerse al permiso retribuido recuperable aprobado por el Ejecutivo nacional, es decir, seguirán cobrando sus nóminas aunque no trabajen, pero tendrán que recuperar todas esas horas cuando esta situación excepcional acabe.
La medida que limita el acudir a trabajar tampoco afecta a las empleadas del hogar que están internas, sea cual sea su función, puesto que no tiene que desplazarse para llevar a cabo su actividad, que es lo que intenta limitar el Decreto Ley. Hay que destacar que esta medida se aplica únicamente en el caso de trabajadores por cuenta ajena, con lo que no afecta a los autónomos.
En España, la cifra de empleadas de hogar asciende a 400.000 personas, de las que el 96% son mujeres, según los datos de afiliación recogidos en la última Encuesta de Población Activa (EPA), aunque el número real es mayor dado que se trata de un colectivo en el que muchas trabajan sin estar dadas de alta. Las trabajadoras del hogar están encuadradas dentro de un sistema especial en el régimen general del Seguridad Social.
