El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha avisado de que un incremento del 1% de la inversión pública puede impulsar en 2,7 puntos porcentuales el PIB y generar más de 30 millones de empleos en las economías avanzadas y emergentes. Es el nuevo escenario que ha propuesto la organización internacional para abordar la emergencia sanitaria de la pandemia de coronavirus y brindar a hogares y empresas vulnerables un salvavidas durante la crisis.
La institución señala en la última edición de su informe 'Monitor Fiscal' que la inversión pública tiene un papel central que desempeñar, ya que un aumento en las economías avanzadas y emergentes podría ayudar a reactivar la actividad económica del colapso mundial y a la creación, a corto plazo, de millones de puestos de trabajo directos y de millones más indirectos durante un período más largo.
El director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, el portugués Vitor Gaspar, ha afirmado que "aumentar la inversión pública en un 1% del PIB podría fortalecer la confianza en la recuperación e impulsar el PIB en un 2,7%, la inversión privada en un 10% y el empleo en un 1,2% si las inversiones son de alta calidad y si la carga de la deuda pública y privada existente no debilita el respuesta del sector privado al estímulo".
En el caso de las economía avanzadas y emergentes, el FMI estima que el multiplicador fiscal alcanza en dos años un máximo por encima de 2, por lo que aumentar la inversión pública en un 1% del PIB en estas economías crearía 7 millones de puestos de trabajo directamente y entre 20 millones y 33 millones de puestos de trabajo en general si se consideran los efectos macroeconómicos indirectos.
De este modo, la institución calcula que por cada millón de dólares gastado en infraestructuras tradicionales el potencial de creación de empleos oscila entre 2 y 8 nuevos puestos de trabajo, mientras que el potencial se eleva a entre 5 y 14 empleos por cada millón gastado en I+D, electricidad verde y edificios eficientes.