- Francia, el líder del turismo mundial, ha visto como su potente sector se resentía con los recientes ataques sufridos
- El turismo supone un 11,2% del PIB en España
España ambicionaba convertirse en 2017 en el país con mayor número de turistas del mundo, según señalaba el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, en el mes de junio. Uno de los principales motivos para alcanzar esta ambiciosa meta era la estabilidad y seguridad que mantenía el país frente a otros destinos al no haber sido objetivo, de manera reciente, de actividad terrorista. Un tragedia que sí había lastrado a Francia desde los atentados de París de 2015.
Pero el atentado en La Rambla de Barcelona puede cambiar la perspectiva. Tras cuatro años estableciendo récord de llegadas de viajeros internacionales, España ve peligrar el objetivo de alcanzar su quinto consecutivo en 2017. En 2016, el país recibió 75 millones de visitantes extranjeros y le llevó a situarse en la segunda posición del ránking mundial junto a Estados Unidos. La estimación del Gobierno español y del informe de Caixabank Research para este año era de 84 millones de visitantes.
Este dato le permitiría superar a Francia, que rondó el año pasado los 83 millones de turistas y ya sufrió una caída de en torno a 2 millones de turistas (sólo en París el desplome sería de 1,3 millones de visitantes). Entre los motivos principales, el descenso de la demanda tras la cadena de atentados terroristas sufridos por la ciudad francesa en los dos últimos años.
Tras cuatro años estableciendo récord de llegadas de viajeros internacionales, España ve peligrar el objetivo de alcanzar su quinto consecutivo en 2017
Ahora este riesgo llega a España. Cada uno de los grandes atentados en Occidente han tenido consecuencias para el sector del turismo a corto y medio plazo. Como sucedió después de producirse el 11-M de 2004, el mayor atentado que ha sufrido España, donde las cotizaciones más afectadas fueron aquellas vinculadas a los sectores del turismo como aerolíneas o empresas hoteleras. Además, según los datos de Exceltur, el 82% de los hosteleros de Madrid detectó un parón de la actividad y admitió que se produjo una caída de ventas “sustancial” en los meses posteriores al 11-M.
Un hecho que se repitió tras el atentado de este jueves en Barcelona. Las empresas vinculadas con el turismo sufrían en bolsa. IAG, grupo de aerolíneas que engloba a Iberia, Vueling o British Airways, perdía un 3%. Mientras que el gestor aeroportuario Aena retrocedía un 2%. Melia Hotels también perdía un 2% y NH un 3%. Por su parte, Amadeus retrocedía un 1,3%, la compañía tecnológica provee de software a la industria turística.
BARCELONA ES LA JOYA DE LA CORONA
El ataque terrorista del pasado jueves se realizó contra la joya de la corona del turismo español. Barcelona recibe cerca de 9 millones de turistas al año, una cifra que le ha llevado a ser la duodécima metrópoli con mayor número de visitantes extranjeros del mundo y la tercera de Europa, tras Londres y París. Dos ciudades que han sido golpeadas recientemente por el terrorismo y que Euromonitor estima que han perdido 1,3 millones de turistas, la capital francesa, y 285.000 turistas, la ciudad británica.
Pero Barcelona también es un referente turístico para los españoles. Según los datos del Ayuntamiento, si se suma el turismo nacional, el total de visitantes que pasan cada año por la ciudad es de 32 millones. En conjunto, Cataluña recibe a la cuarta parte de los turistas extranjeros que visitan España y lidera al país en este sector. La comunidad recibió el pasado año casi 18 millones de turistas extranjeros, lo que supone un incremento del 4 % con respecto a 2015.
UN SECTOR DE 125.000 MILLONES DE EUROS
La actividad turística en España vale 125.000 millones de euros. Según los datos de Exceltur, este sector representa el 11,2% del PIB español y asciende al 16% teniendo en cuenta su efecto indirecto, haciéndolo esencial para la consolidación del crecimiento.
Los ingresos por turismo en España superaron los 54.000 millones de euros en 2016, situándose segunda a nivel mundial, solo por detrás de Estados Unidos, según la Organización Mundial de Turismo (OMT). Con respecto al empleo, en el segundo trimestre de 2017 se registraron 2,88 millones de trabajadores vinculados con el turismo en activo, 24.103 personas más que hace un año, y un aumento del 0,8% con respecto al mismo periodo de 2016.
NO LLUEVE A GUSTO DE TODOS
Los buenos datos turísticos no agradan de manera unánime. En ciudades como Barcelona el aumento de la llegada de turistas está provocando un proceso de masificación que está generado una controversia entre los habitantes de la ciudades. La ‘turismofobia’ se está extendiendo entre la ciudadanía.
Una protesta de los ciudadanos contra el efecto abusivo que tiene el sector en la convivencia en los habitantes. Una manifestación que carga contra turistas pero, sobre todo, contra el sistema abusivo que ha dado indicios de no estar preparado para soportar el gran peso constante de viajeros. Un proceso que, junto al terrorismo, ponen en riesgo uno de los motores económicos de España.