• Se esperaba una subida de calificación después de elevar la perspectiva a positiva en marzo y tras las declaraciones hechas por la agencia a lo largo de junio
  • S&P manejaba este verano un escenario en el que no preveía la independencia de Cataluña, pero las tensiones se han recrudecido desde entonces
  • Moody's dará a conocer su decisión sobre el 'rating' de España el próximo 20 de octubre
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S&P tiene una cita con España este viernes. O España tiene una cita con S&P. La agencia de calificación se pronunciará sobre su calificación de la deuda soberana española y lo hará en un momento que no podía ser más crítico, a dos días del referéndum independentista en Cataluña. Este verano Marko Mrsnik, director senior de 'rating' soberano en Europa de S&P, reconocía que no estaban preocupados por Cataluña porque su escenario no preveía la independencia. Sin embargo, muchas cosas han cambiado desde el verano y ahora habrá que comprobar si también lo ha hecho la opinión de la agencia de calificación.

El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, cree que la calificación de S&P -actualmente en 'BBB+' con perspectiva 'positiva'- no será rebajada. "La cuestión aquí es mantener la nota o que suba", dijo hace unos días a periodistas cuando le preguntaron al respecto. El problema está en si la agencia interpreta, dada la sucesión de acontecimientos, que ahora sí existe un riesgo real de que Cataluña proclame la independencia y si esa interpretación puede llevarle a tocar a la baja la calificación de España.

El 'asunto catalán' pesa en negativo pero los fundamentos económicos de España siguen apuntando hacia una mejora generalizada de las calificaciones de la deuda española a corto-medio plazo

La agencia de calificación Moody's, que se pronunciará sobre el 'rating' de la deuda española el próximo 20 de octubre -su nota actual es de 'Baa2', con perspectiva 'estable'-, ya tendrá 'la respuesta' sobre la mesa. En su caso, el panorama tras el 1 de octubre estará más definido y, también en su caso, ya ha advertido de que la independencia dañaría la nota de España y Cataluña. El 11 de septiembre, día en el que se celebró la Diada catalana y miles de personas salieron a la calle, Moody's publicaba un informe advirtiendo de las consecuencias negativas del proceso independentista sobre al 'rating' de España y Cataluña y recordaba que el tamaño de Cataluña supone el 19% del PIB de España.

La tercera en discordia, la agencia Fitch -que tiene una calificación 'BBB+' con perspectiva positiva sobre la deuda de España- ha amenazado a Cataluña con degradar su 'rating' tras convocar el referéndum. Sin embargo, como S&P, no cree que haya una secesión en España. "Creemos que no habrá secesión de España, pero una escalada en la tensión sería negativa para el 'rating' de Cataluña si el apoyo financiero del Gobierno central se debilita o incluso se retira", ha señalado.

LA MACRO SIGUE RESPALDANDO

El 'asunto catalán' pesa en negativo, pero los fundamentos económicos de España siguen apuntando hacia una mejora generalizada de las calificaciones de la deuda española a corto-medio plazo. "El momento actual tal vez llevará a S&P a esperar para subir la calificación de España, pero las dinámicas de fondo, la evolución económica, está claro que invitan a pensar en una mejora en las calificaciones", señala el director de análisis de M&G Valores, Nicolás López.

En marzo de este año S&P mejoraba la perspectiva de España hasta 'positiva' desde 'estable' a partir de sus previsiones de que la economía española mantendrá un ritmo de crecimiento "fuerte y equilibrado" y de que el déficit público se reducirá hasta el 3,3% del PIB. La agencia indicó entonces que preveía una estabilización de la deuda pública en niveles ligeramente inferiores al 90% y mejoró sus previsiones de crecimiento para España (ahora estima que crecerá un 2,5% en 2017 y un 2,1% en 2018). En junio, el director de Servicios de Calificación Global de la agencia, Yann Le Pallec, reconocía que "habrá mejora del 'rating' de España con más crecimiento" y en julio el Gobierno elevaba su previsión del PIB para 2017 al 3% (y al 2,6% para 2018).

Aun así, este viernes puede que no sea aún el día indicado para 'mover ficha' por mucho que los números acompañen. Juan Fernando Robles, profesor de Banca y Finanzas del Grupo CEF-UDIMA, reconoce que hay datos macro positivos que se han conocido en los últimos tiempos, como el déficit público, la recaudación fiscal... pero no ve claro que S&P actúe. "Si sopesas todo eso (el contexto económico) y si, por metodología, la agencia ya tenía el informe redactado y no le ha dado tiempo a incluir los últimos acontecimientos, como Cataluña, las dudas en torno a la aprobación de los Presupuestos..., podría haber una mejora de calificación", señala Robles, pero añade: "Creo que no habrá una modificación. Tal y como están las cosas ahora mismo lo más prudente sería esperar".

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