El Banco de Australia (RBA) ha completado este martes dos años sin cambios en su política monetaria al mantener sus tipos en el mínimo histórico del 1,5%, tal y como se esperaba.
El esperado veredicto de la junta directiva del RBA da lugar a un periodo récord de inactividad en torno a los tipos de interés que se extiende desde mediados de 2016, con los economistas apostando por que la calma continuará durante algún tiempo.
El moderado crecimiento de los salarios, la suave inflación y la generosa capacidad de reserva en el mercado laboral podrían hacer que el RBA mantuviese su política sin cambios hasta bien entrado 2019 e incluso hasta 2020, según los economistas.
"Se espera una nueva disminución gradual de la tasa de desempleo en los próximos dos años, que se situará en torno al 5%. El crecimiento de los salarios sigue siendo bajo. Es probable que esto continúe por un tiempo", dijo el gobernador del RBA, Philip Lowe, en la declaración que ha acompañado la decisión.
"La junta consideró que mantener la postura de la política monetaria sin cambios en esta reunión es coherente con el crecimiento sostenible de la economía y el logro de la meta de inflación en el tiempo", añadió.
La decisión del RBA contrasta con las decisiones que están tomando el resto de bancos centrales mundiales, como la Reserva Federal, el Banco de Canadá o el Banco Central Europeo, donde el debate ha cambiado en cuanto a la agresividad para normalizar la política monetaria.
ALZAS EN ASIA
Las bolsas asiáticas han cerrado con alzas este martes después de que la mayoría de plazas cayeran en la jornada previa en medio de la incertidumbre por las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos.
El Nikkei subió un 0,69%, con alzas en la mayoría de los sectores, especialmente en el tecnológico, que suma un 2% arriba.
El surcoreano Kospi, por su parte, subió un 0,3%. También las tecnológicas cotizaron con mayores subidas, con Samsung sumando casi un 2% arriba.
Las acciones chinas se revalorizaron especialmente tras las caídas del lunes. El Shanghai avanzó un 1,4% y el CSI 300, un 1,5%.
En Australia, el índice S&P/ASX 200 cayó un 0,37%.