Si hace apenas una semana era la noticia de la dimisión del consejero económico de Donald Trum, Gary Cohn, la que impactaba negativamente en la operativa del dólar, la destitución del secretario de Estado, Rex Tillerson, ha vuelto a frenar la recuperación del ‘billete verde’. La moneda estadounidense ha caído a mínimos semanales contra el euro, más allá del cambio de 1,24 dólares, y también sufre contra el yen, cediendo hasta los 106,50 yenes.
La historia se repite una vez más. Un alto funcionario de la Casa Blanca pierde su puesto, bien porque dimite, bien porque es despedido por el presidente estadounidense, Donald Trump, y la confianza de los inversores en el ‘billete verde’ se hunde. En este caso, Tillerson ha sido cesado del cargo por rifirrafes con Trump sobre cuestiones de política exterior en Irán, Corea del Norte y Rusia.
No ha sido el único motivo que ha provocado el descenso de la moneda de EEUU, desde los máximos de dos semanas frente al yen que alcanzó el miércoles, después de que aflojara la tormenta política que se cierne sobre el primer ministro nipón, Shinzo Abe. El avance de la inflación, en línea con lo esperado, al 1,8%, ha confirmado que la Reserva Federal (Fed) mantendrá el ritmo gradual de subidas de tipos de interés en el que se halla embarcada, lo que ha restado empuje al dólar.
Los expertos no apuestan por que las compras regresen al ‘billete verde’ porque, “en el momento actual nada parece sugerir que la Fed incrementará el ritmo de su normalización monetaria y las acciones de Trump seguirán poniendo en peligro a la moneda”, explican los analistas de Danske Bank.
Además de Cohn y Tillerson, otros tres altos cargos de la administración republicana han dejado sus cargos en las dos últimas semanas. Junto al ya exsecretario de Estado, también se ha ‘dejado marchar’ a su mano derecha, John McEntee, salidas que se suman a las de Hope Hicks y Josh Raffel del equipo de comunicación de Trump. “Es innegable que esta inestabilidad está dañando la confianza de los inversores y de los líderes internacionales”, apunta Kathy Lien, fundadora de BK Asset Management. Por lo que espera que “el dólar aún ceda más”.
EL EURO, PENDIENTE DEL BCE
Y cree que está listo por más pérdidas contra el euro. "Los inversores deben decidir ahora qué es más relevante, si la falta de presiones inflacionarias en la Eurozona, razón para que el Banco Central Europeo (BCE) se dirija hacia una salida gradual de su política de estímulos, o el pesimismo en torno al dólar", subraya Lien. "La acción del precio no parece sugerir que se encuentren especialmente preocupados por el banco central", agrega la experta, que cree que la 'moneda única' volverá a poner los 1,25 dólarees bajo asedio.
Desde Danske Bank, en cambio, llaman a estar muy pendientes de las declaraciones de los miembros del consejo de gobierno del banco central. Ya que “si creen que el movimiento hacia el fin de los estímulos fue malinterpretado por el mercado, habrá numerosas oportunidades para corregirlo”.
Por el momento, Draghi mantiene su discurso. El presidente del Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a exibir un tono prudente este miércoles en Frankfurt, para referirse a la futura política monetaria en el bloque europeo. Las previsiones para la inflación son positivas, pero con tasas que no se acercarán al objetivo del 2% hasta pasado el 2020, fecha por la que entonces, la silla del italiano habrá sido ocupada por su sucesor.
Entretanto, desde el punto de vista del análisis técnico, "en lo que llevamos de año estamos viendo al euro/dólar desplazándose lateralmente, dentro de un rango de precios comprendido entre los 1,22 dólares como zona de soporte y los 1,2550 dólares como resistencia", indica José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamanía. "En realidad y hasta que el precio no salte por uno u otro lado no tendremos pista alguna acerca del que puede ser el siguiente movimiento en tendencia de corto plazo", añade.
Ahora bien, a la vista del gráfico mensual de largo plazo podemos observar cómo tenemos el cruce cerca de importantes resistencias de medio y de largo plazo, como es la parte alta del canal bajista de largo plazo, el que se obtiene desde los máximos de 2008 en los 1,6039. "Lo lógico sería que desde aquí, poco a poco, la "moneda única" se tomara un merecido descanso en su cruce contra el 'billete verde'", concluye Rodríguez.