El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la Eurozona se aceleró una décima en junio hasta alcanzar el 2% gracias al impulso de los carburantes y demás productos energéticos, según el dato provisional publicado este viernes por Eurostat. El dato definitivo se revelará el próximo 18 de julio.
Analizando los principales componentes del índice general, el grupo energético se encareció un 8% en el sexto mes del año frente al 6,1% de mayo, seguido de la lista de la compra, que lo hizo un 2,8%, tres décimas por encima del anterior resultado. Los servicios (1,3%) y los bienes industriales no energéticos (0,4%) se aceleraron tres y una décimas respectivamente.
La inflación subyacente, aquella que no contempla los efectos de la energía ni de la lista de la compra, retrocedió una décima en junio hasta el 1,2%. Un comportamiento que no gustará en el Banco Central Europeo (BCE) ante una nueva muestra de que el reciente comportamiento de los precios se encuentra estrechamente relacionado con el vaivén del crudo y los carburantes.
El regulador publicó sus estimaciones sobre inflación este mismo mes de junio, donde muestra sus expectativas de que el índice subyacente ascienda al 1,1% en 2018, al 1,5% en 2019 y al 1,9% en 2020.
