Los ministros de Economía y Finanzas y los banqueros centrales de los países que componen el G20 se han reunido hoy de forma extraordinaria para acordar medidas que alivien la carga da la deuda sobre los países pobres para que puedan responder de forma adecuada al Covid-19.
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La reunión de hoy ha estado presidida, según informa el Grupo de los Veinte, por el ministro saudí de Finanzas, Mohammed Aljadaan y por el gobernador de la Autoridad Monetaria de Arabia Saudí, Ahmed Aljholifey. El único punto de la agenda es adoptar un marco común para los tratamientos de deuda que vaya más allá de la suspensión de servicio de la deuda bilateral.
"Cuento con el espíritu constructivo de todos para asegurar la rápida y cooperativa implementación del marco común, con varios países que ya están pidiendo tratamientos de la deuda, en particular en África", dijo el financiero francés Bruno Le Maire durante la reunión. China se ha mostrado contraria a la reducción o cancelación de las deudas al poseer en 2019 el 63% del total de los países.
El nuevo marco establece una negociación entre el país acreedor y el deudor, debiendo de tener el mismo trato con el sector privado. El plan se inspira en la normativa del Club de París, cuyo objetivo es"facilitar un tratamiento oportuno y ordenado de la deuda" aseguraban en una declaración conjunta los ministros de finanzas. El Ministro de Finanzas japonés Taro, describe el acuerdo como histórico, "A partir de ahora todas las partes interesadas deben asegurarse de aplicar el marco común. La transparencia de la deuda es extremadamente importante".
El acuerdo también incluye la participación de todos los acreedores públicos, aunque China muy criticada por el resto por ello actualmente no incluye la deuda que posee con sus bancos estatales. Aunque el país asiático firmó el acuerdo no quedo claro como lo llevaría a cabo. Eric LeCompte, asesor de las Naciones Unidas en materia de deuda y director ejecutivo de Jubilee USA Network, lamentaba que "desafortunadamente, los países de ingresos medios que verán algunos de los mayores aumentos de la pobreza debido a la crisis, están excluidos de este proceso".
El G20 acordó, en octubre, suspender durante seis meses adicionales la suspensión temporal de los pagos del servicio de deuda bilateral de aquellos países pobres que lo soliciten. Así, hasta junio de 2021, no tendrán que afrontar pagos de deuda bilateral.
Se comprometieron, también, a valorar durante las reuniones de primavera del FMI y del Banco Mundial de 2021 otra extensión durante seis meses más, en función de la situación económica y financiera.
El encuentro telemático previsto para este viernes tratará de acordar medidas de apoyo adicionales a esta suspensión de pagos debido a las vulnerabilidades de deuda "significativas" y las perspectivas económicas en deterioro.
En octubre, los países del G20 expresaron su decepción por la "ausencia de progreso" por parte de los acreedores privados a la hora de participar en la iniciativa de suspensión de deuda y les animaron "encarecidamente" a participar en términos similares cuando se lo soliciten los países deudores.
La próxima semana se espera que se ratifique el acuerdo aprobando un marco común entre todos los líderes del G-20.