El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado sus previsiones de crecimiento de Italia para 2014 y ahora estima que el PIB se contraerá un 0,1%, frente a la mejora del 0,3% que esperaba inicialmente.
La economía transalpina continuará así en recesión por tercer ejercicio consecutivo, tras caer un 1,9% en 2013 y un 2,4% en 2012. De cara a 2015, el organismo presidido por Christine Lagarde mantiene su estimación de un incremento del PIB del 1,1%.
El FMI reconoce que las exportaciones y las encuestas de negocios apuntan a una mejora “gradual” de la actividad en los próximos trimestres, pero advierte que los riesgos siguen sesgados a la baja. En este sentido, señala a las tensiones geopolíticas, la posibilidad de un estancamiento, la baja inflación, el elevado desempleo y endeudamiento público.
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Por otra parte, el organismo llama la atención sobre la debilidad de los balances de las empresas, las estrictas condiciones de crédito y las rigideces estructurales de la economía. Así, aconseja a Italia llevar a cabo “cambios profundos estructurales”, especialmente en el mercado laboral. Reconociendo la “valiente” agenda política establecida por el nuevo Gobierno.