• JP Morgan avisa que la debilidad del 'billete verde' no se extenderá al segundo semestre
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No hace falta un análisis exhaustivo del mercado para aseverar que las magulladuras que el dólar ha sufrido durante las últimas horas obedecen enteramente al fracaso del presidente de los EEUU, Donald Trump, en sacar adelante su reforma sanitaria. La opinión de los expertos se repite este ‘día después’: el nuevo revés en el senado, donde cuatro representantes republicanos dieron la espalda al mandatario, hace saltar por los aires los resquicios de confianza que quedaban entre los inversores de que el presidente acometiera los 'trumponomics' este 2017. Es más, todo su programa de reforma fiscal está en entredicho. El avance de todos los rivales del dólar ha sido destacable, pero si una divisa brilla es el euro, que ya ha remontado más de un 10% desde inicios de enero.

La ‘moneda comunitaria’ que debía ver la paridad en los primeros meses del año, según múltiples predicciones -de hecho se depreció hasta los 1,0350 dólares-, ha decidido desafiar a todos para volver a niveles muy cercanos a los máximos de 2016, en los 1,1616 dólares, al conquistar brevemente precios por encima de los 1,1580 dólares. Al final de la jornada del martes, no obstante, la divisa europea recaló en los 1,1550 dólares, niveles donde se halla consolidando las ganancias acumuladas durante tres sesiones consecutivas, a causa del “posicionamiento, la valoración de corto plazo y factores meramente técnicos”, explican analistas de Danske Bank.

Los expertos de la entidad danesa, recogen también el sentimiento del mercado al señalar que el siguiente movimiento clave para el mercado es la reunión del Banco Central Europeo (BCE) del jueves. “Esperamos un guiño hacia la normalización de la política monetaria del supervisor”, matizan, y “sólo ante unas declaraciones del presidente de la entidad, Mario Draghi, claramente a favor de un giro de 180 grados, el euro tiene recorrido por encima de los 1,1600 dólares”, aseguran.

De cara a la cita más importante de los mercado de esta semana, según informaciones de 'Bloomberg', el BCE está escrutando actualmente los posibles escenarios de cara a un anuncio de una reducción progresiva de los estímulos. Entre las opciones que baraja está precisamente esta disminución paulatina, una extensión de las compras de activos a un menor ritmo del actual o una combinación de ambas. Según las fuentes que cita la cadena de noticias, el supervisor no desearía por ahora que se produjera ningún cambio más significativo en el lenguaje, ya que teme que se podrían endurecer las condiciones financieras y hacer saltar por los aires la recuperación que está en marcha.

“Si bien es cierto que el auge del euro podría generar cierta preocupación entre los miembros de la entidad, hasta ahora los rumores del fin de la política ultra-expansiva del regulador no ha socavado el estrechamiento de la prima de riesgo de los países de la periferia con respecto al bono alemán”, apuntan desde Danske Bank. Y buena muestra de ello es que en España cayó por debajo de los 100 puntos por primera vez desde el mes de octubre.

¿MÁS DEBILIDAD DEL DÓLAR?

Desde el punto de vista del análisis técnico tenemos al euro/dólar tratando de dejar atrás la parte superior del movimiento lateral-bajista de los últimos dos años. "Lo ideal para dar por superada esta resistencia es que el cruce se colocara, con holgura y preferiblemente en velas semanales, por encima de los 1,15", indica José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamanía. "Si bien es cierto que existe una resistencia de mayor relevancia en los máximos de 2016 (por tratarse del último máximo decreciente) en los 1,16163", apunta el experto.

Lo cierto es que la divisa estadounidense no cuenta con el viento de cara para plantarle cara al euro. Por un lado está la falta de prisa de la Reserva Federal de EEUU (Fed) para acometer una nueva subida de tipos -la tercera esperada para este 2017-, que ha rebajado las previsiones del mercado al 50% sobre que haya un incremento de las tasas antes de diciembre. Así lo apuntó la presidente del banco central, Janet Yellen, durante su comparecencia ante el Congreso la semana pasada, donde volvió a centrarse en la baja inflación para justificar que el incremento de las tasas siga haciéndose de “forma gradual”.

A la falta de lustre del dólar contribuyó también el último informe del índice de precios al consumo de EEUU, publicado el viernes, que confirmó las preocupaciones sobre la inflación que expresó Yellen, al desplomarse en términos anuales a su mínimo de ocho meses, además, las ventas minoristas de junio se contrajeron por segundo mes consecutivo. “La soprendentemente débil evolución de la economía y la falta de empuje de Yellen ante el congreso, han dañado al dólar contra todos sus rivales”, señala Kathy Lien, analista de BK Asset Management.

A los dos frentes abiertos en la política monetaria y la economía se suma la prima de riesgo político. “El avance de la reforma fiscal de Trump será lento, con múltiples dificultades por el camino”, comenta Lien. Ante este panorama, la experta del mercado de las divisas cree que se dan las condiciones para que el dólar aún se deprecie más.

Una opinión completamente opuesta presenta JP Morgan. Expertos del banco de inversión estadounidense han declarado a la CNBC que no esperan que la debilidad de la divisa estadounidense se extienda en el segundo semestre. Estos analistas prevén que la inflación acabe por repuntar y que la Fed dé el paso antes del cierre del ejercicio y cumpla con lo proyectado. "Prevemos un rebote del dólar, a causa principalmente de que los mercados se reposicionen sobre los incremetos de tipos", explican desde JP Morgan. "Somos de la opinión de que la inflación en realidad se está recuperando en los EE.UU. y de qu el mercado sólo ha descontado una subida de las tasas desde ahora hasta el final de 2018 ", matizan.

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