- El dólar, el mínimos de 10 meses contra el yen
La tónica que se impone en la operativa del euro después de cada intervención del Banco Central Europeo (BCE) o de su presidente, Mario Draghi, es ya costumbre. Optimismo entre los operadores y nuevos máximos para la divisa comunitaria. La reacción a la decisión de política monetaria de la entidad de septiembre no ha sido una excepción. El mero hecho de que el banquero central comunicara que desvelará su estrategia de salida de la política de estímulos el 26 de octubre, ha servido de excusa a los alcistas para aupar a la moneda hasta casi los 1,21 dólares.
El nuevo máximo de 31 meses se ha alcanzado este viernes, después de que el euro haya estirado su figura hasta los 1,2092 dólares, desde donde recula ligeramente hasta los 1,2050. Si bien el catalizador de este ‘rally’ ha sido el BCE, hay otros factores en juego: la innegable fuerza alcista que impulsa a la ‘divisa compartida’ y la debilidad del dólar.
El máximo alcanzado en la sesión del jueves, en las inmediaciones de los máximos del pasado 29 de agosto en los 1,2070 dólares, auguraba que no se había agotado la mecha de la moneda europea
El precio al que se llegó a cambiar en la sesión del jueves, en las inmediaciones de los máximos del pasado 29 de agosto en los 1,2070 dólares, auguraba que no se había agotado la mecha de la moneda europea. Y lo que es más importante, en la sesión del 7 de septiembre, el euro/dólar cerró por encima del nivel de los 1,20 por primera vez desde el 31 de diciembre de 2014, hecho que refuerza su figura técnica.
"Si finalmente fuera capaz de dejar atrás la resistencia de los 1,2070 dólares (máximos de agosto) lo lógico, lo más probable sería apostar por un renovado movimiento al alza en busca de niveles cercanos a los 1,27-1,275 dólares", señala José María Rodríguez, analista de Bolsamanía.
Gran parte de esta subida, de un 1,4% desde la apertura del jueves, se fundamenta en la perspectiva de que en poco más de un mes se vaya a tener una idea clara de la estrategia del supervisor monetario para retirar la respiración asistida al bloque comunitario. A esto, hay que añadirle que Draghi no ha hecho nada que realmente pueda poner en peligro la fortaleza de la divisa, matiza Alberto Muñoz, fundador de X-trader.net y profesor de la UNED.
Así, los inversores han decidido hacer oídos sordos a la advertencia que el BCE ha incluido en su comunicado oficial sobre la volatilidad del euro que califica de “fuerte de incertidumbre”. Ha añadido que la entidad monitorizará su impacto potencial en la estabilidad de precios. También han preferido pasar por alto que el BCE haya reafirmado su política ultra-flexible, manteniendo las tasas en mínimos históricos. Incluso manteniendo la puerta abierta a incrementar las compras de bonos si fuera necesario, a pesar de que se vive el mayor período de crecimiento de la zona euro desde la crisis financiera mundial.
Han sido dos billones de euros desde 2015, la suma de dinero que el BCE ha creado en su 'impresora' mediante la compra de activos en el mercado durante más de dos años. Un plan que expira a finales de año y cuya retirada “ya se está discutiendo”, reconoció Draghi. Fueron las palabras mágicas que el mercado esperaba oír y que eclipsaron al resto del mensaje, catapultando al euro.
UN DÓLAR MUY DAÑADO
Por otra parte, la debilidad del dólar ha vuelto a jugar un papel determinante. Paralelamente a la decisión monetaria del supervisor europeo, en EEUU se ha publicado el dato de las peticiones iniciales de desempleo, con un resultado peor del esperado. Este hecho ha dado nuevas razones a los bajistas para vender el ‘billete verde’, ya que es otra muestra más de que el mercado laboral estadounidense no avanza al ritmo que desearía la Reserva Federal de EEUU (Fed) y añade más presión a la divisa.
La moneda estadounidense mantiene su movimiento depreciativo ante la mayoría de sus rivales con el índice que mide su desempeño contra seis divisas en su nivel más bajo desde enero 2015 y sigue de camino a cerrar por debajo de su media móvil de 200 semanas por primera vez desde abril de 2014. Contra el yen, por ejemplo, ha caído a mínimos de 10 meses, hasta las 107,620 unidades, precios no vistos desde el 14 de noviembre de 2016. El franco suizo se negocia muy cerca de sus recientes máximos contra la divisa de EEUU, de camino a los 0,9450 francos y la libra se mantiene en máximos de poco más de un mes por encima de los 1,31 dólares.