Un Draghi más optimista sobre la situación económica da impulso al euro

El italiano ha reiterado su compromiso con la estrategia actual de la entidad pero Draghi ha expuesto que medidas que "antes eran posibles, ahora lo son menos". En concreto, se ha referido que la autoridad monetaria descarta la posibilidad de que sea necesario bajar más los tipos. Entierra así el debate, mantenido durante varios meses de 2016, sobre la posibilidad de que el BCE pusiera los tipos oficiales, situados en el 0% desde marzo de 2016, en terreno negativo.

El comunicado oficial del BCE sí ha cumplido con lo esperado: no hay cambios en los tipos de interés ni en la política acomodaticia. Además, su intención, lejos de ajustar más las compras de deuda, pasa incluso por mantenerlas o prolongarlas en el tiempo si resulta preciso. "Si las perspectivas fueran menos favorables, o si las condiciones financieras fueran incompatibles con el progreso del ajuste sostenido de la senda de inflación, el Consejo de Gobierno prevé ampliar el volumen y/o la duración de este programa", afirma en el documento oficial.

EL EURO SIGUE BAJISTA

El euro trata de aferrarse a los 1,06 dólares mientras digiere las palabras de Draghi

El euro trata de aferrarse a los 1,06 dólares mientras digiere las palabras de Draghi, pero presenta un sesgo bajista desde un punto de vista técnico. Mientras no supere la resistencia de los 1,0640 dólares, máximos de marzo, las ganancias espoleadas por el italiano podrían no ser suficientes para que los cortos dejaran de gobernar la 'moneda única', apunta José María Rodríguez, analista técnico de 'Bolsamanía'.

"Por encima de los 1,0640 dólares (en cierres) dejaríamos las puertas abiertas a una vuelta a la zona de resistencia de los 1,0830 (máximos de febrero)", señala el experto.

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Los analistas no se muestran optimistas. Al panorama negativo en el euro contribuye, además, la creciente amenaza de los partidos euroescépticos que pone en tela de juicio la zona euro. Este hecho ahuyenta a los inversores y "deja al euro vulnerable a fuertes pérdidas en el primer trimestre de 2017", señala Lukman Otunuga, analista de FXTM. "La debilidad del euro puede seguir siendo un tema dominante en medio de la creciente ansiedad a medida que nos acerquemos a los procesos electorales en Francia, Alemania y los Países Bajos", indica el experto.

EL DÓLAR SIGUE FORMIDABLE

A este escenario se añade que es innegable la fortaleza del dólar, más después de que el indicador del mercado laboral privado haya mostrado que se crearon 298.000 puestos de trabajo en febrero, 100.000 más de lo esperado por el consenso de mercado. Así, el índice del dólar -que mide el desempeño del ‘billete verde’ contra seis monedas rivales- también ha alcanzado un máximo de cinco sesiones, en los 102,230 puntos, y el yen se ha depreciado un 1,5% contra la moneda de EEUU, y ha llegado a cambiarse en las inmediaciones de las 115 unidades.

La libra, por su parte, no ha podido preservar los 1,2150 dólares, y ha cedido hasta caer a un mínimo de siete semanas contra su rival de EEUU. El 'cable' (libra/dólar) ha cedido terreno hasta los 1,2139 dólares, desde donde se recupera un 0,5% hasta precios alrededor de los 1,21750 dólares. En otros cruces, el franco suizo se ha llegado a cambiar a 1,0162 unidades por cada dólar y el dólar canadiense se deprecia hasta precios no vistos desde finales de diciembre de 2016, por encima de los 1,35 ‘loonies’.

El dato del empleo privado, además, alimenta las ya altísimas probabilidades de que la Reserva Federal de EEUU (Fed) suba tipos el 15 de marzo, con lo que los analistas de Danske Bank apuestan porque el euro/dólar caiga hasta los 1,04 dólares a un mes vista, por la presión de la divergencia de políticas entre la Fed y el BCE, de las que hemos tenido una primera muestra este jueves.

"El euro/dólar es fundamentalmente bajista y un dólar apuntalado por las perspectivas del incremento del precio del dinero en los Estados Unidos podría apreciarse hasta las 1,0350 unidades en el medio y largo plazo", apunta Otunuga.