- Las empresas en EEUU invierten gran parte de los planes de pensiones en sus propias acciones
- Quiebras como la de WorldCom en 2003 supone grandes pérdidas en el ahorro de sus empleados
Los planes de pensiones privados están extendidos en casi todos los países desarrollados como eje principal de la planificación financiera de los trabajadores. Sin embargo, una mala gestión puede suponer pérdidas millonarias y casi inasumibles para la mayoría.
Los planes de pensiones pueden invertir en su mayoría en renta variable o hacerlo en deuda pública. Es fácil amasar grandes cantidades rentabilidades respecto al ahorro depositado, pero tampoco es complicado perderlo si no se tienen en cuenta ciertas precauciones.
Para ejemplificar los riesgos que tiene una mala planificación financiera, sobre todo si no hay diversificación de activos, CNBC pone como ejemplo en un interesante reportaje el caso de Marlene Roth, una antigua empleado de MCI y de WorldCom. Precisamente, tenía sus ahorros invertidos casi en su totalidad, a través de un plan de pensiones, en la compañía WorldCom, que se declaró en bancarrota en 2003 después del estallido de la burbuja de las puntocom.
Una ex empleada de WorldCom calcula que perdió unos 800.000 dólares con la quiebra. “Todos mis ahorros se habían evaporado"
Así, la ex empleada de WorldCom calcula que perdió unos 800.000 dólares. “Todos mis ahorros se habían evaporado”, explica a CNBC.
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INVERSIONES EN LAS PROPIAS ACCIONES DE LA EMPRESA
No es un caso aislado o puntual. Hay que tener en cuenta que en su momento la quiebra de WorldCom fue la más grande de la historia en Estados Unidos.
Habitualmente, las compañías estadounidenses tienen importantes inversiones en sus propias acciones con los planes de pensiones para sus trabajadores. Según un estudio de la consultora Tower Watson del que se hace eco CNBC, el 75% de las empresas mantiene acciones de la compañía en los activos gestionados en los planes 401 (k), como se conoce a los planes de pensiones de las propias compañías para sus empleados en Estados Unidos. Asimismo, dentro de este grupo el 40% de los planes tiene al menos el 20% o más de los activos posicionados en títulos de la sociedad.
Ser propietario y trabajador a la vez de una empresa no es un peligro en sí mismo si el empleado ha sabido tener diversificados sus ahorros. Marina Edwards, consultora de Tower Watson, explica que “hay una creencia de que si los empleados se sienten conectados tendrán una mayor productividad en el trabajo”, por ello muchos empleadores tratan de que los trabajadores tengan acciones de la empresa.
Aun así, la tendencia se ha reducido en beneficio de la diversificación. Según un estudio de los investigadores de Fidelity Investments, publica CNBC, las asignaciones a acciones de la propia compañía promediaron un 14,6% el 30 de junio, frente a casi el 20% de 2007. Aunque según la publicación Pensiones e Inversiones, grandes compañías como Exxon Mobil o Chevron tenían en 2013 asignaciones a sus propias acciones en sus menús de inversión por encima del 42%, más que en 2007.
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