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El rendimiento del bono a 10 años de EEUU tiene la culpa de la escalada del dólar ante todos sus rivales. Superando el 3%, la renta fija ha alcanzado un máximo de más de cuatro años. La correlación entre la rentabilidad de los bonos y la divisa estadounidense se ha vuelto a poner en juego y se ha dejado notar en el hito de tres meses del índice del dólar, que mide su desempeño ante una cesta de seis monedas rivales, en los 90,64 puntos.

Y no sólo eso, al ensancharse la prima entre el bono de EEUU y el 10 años europeo y japonés, el euro ha ampliado el mínimo de siete semanas y media de este lunes, hasta los 1,2222 dólares y el yen se ha apreciado hasta los 109,14 yenes. El ‘billete verde’ experimentó el lunes un auge de un 1% frente a su contraparte nipona, el incremento más elevado en 24 horas del último mes. “Fue precisamente la rotura del nivel de los 108,00 yenes lo que provocó que saltaran las órdenes stop-loss, acelerando las ventas en el yen”, según indica Tareck Horchani, de Saxo Bank.

Además, la radical disminución de los riesgos geopolíticos y de las tensiones comerciales que han mantenido al dólar muy presionado en las últimas semanas ha echado gasolina a los largos en la divisa estadounidense, que estaban esperando cualquier oportunidad para hacerse con el control. “Si bien es pronto para que los inversores empaqueten su visión bajista en el corto plazo, sobre la que sigue existiendo un gran consenso, se observa cómo las posiciones cortas más débiles se están viendo eliminadas del mercado”, señala Stephen Innes, analista de Oanda.

LAS DIVISAS EMERGENTES PAGAN EL PATO

No acaban aquí las consecuencias del elevado rendimiento de la deuda de EEUU, ya que las divisas de naciones emergentes con déficit por cuenta corriente, como Indonesia y la India, también han sufrido agudas depreciaciones. Aunque ya ha subido desde los recientes mínimos, la rupia indonesia ha alcanzado su peor cambio en dos años este martes en los 13,898 unidades por dólar.

Recoge 'Reuters', también, que los forwards no entregarles a un mes de la rupia india se desplomaron a su peor cambio en dos años en los 14,105 rupias por dólar antes de reequilibrarse. El movimiento viene provocado por las compras de dólares ante la divisa de la India para buscar cobertura ante una mayor apreciación del dólar.

Que el ‘billete verde’ prosiga con su auge es una posibilidad que no descarta la fundadora de BK Asset Management, Kathy Lien. Explica la analista que los largos mantienen el control de la moneda estadounidense por otros factores, además de por el “incremento del rendimiento de la renta fija y reacoplamiento de las compras en la moneda con este motor del mercado”. Señala, también, “un dato decente de ventas minoristas; datos macroeconómicos más suaves en el resto del mundo y una ausencia de nuevos factores de riesgo en el plano geopolítico”.

La relativa calma que se está viviendo en el plano diplomático, desde donde llegan buenas noticias de las conversaciones con Corea del Norte, mantendrán al dólar apuntalado durante los próximos días, si Trump “se está calladito”, agrega la experta de la firma de inversión estadounidense.

EL EURO ESPERA AL BCE CON POCO ENTUSIASMO

Y en el euro/dólar, este contexto puede traducirse en mayores ventas que arrastrarán a la divisa comunitaria hasta la banda baja del canal que mantiene desde inicios de año, entre los 1,21 - 1,22 dólares y los 1,25 dólares, según expertos de Danske Bank. Desde el punto de vista técnico, la rotura a la baja se ha producido tras ocho jornadas de consolidación en las que la moneda única fue incapaz de superar los 1,24 dólares, por lo que el panorama seguirá debilitado en las próximas sesiones.

De hecho, el desenlace bajista, tras las palabras de Jens Weidmann del viernes apunta a mayores caídas. El presidente del Bundesbank señaló que había indicios recientes de que el primer trimestre en Alemania "no fue tan brillante". Sin embargo, Draghi, en cambio, se mostró optimista y hizo hincapié en que el impulso de crecimiento continuará y que aumentará su confianza en la perspectiva inflacionaria.

Pero Lien descarta que "la perspectiva de Mario Draghi mejore materialmente este mes, ya que el sentimiento y el gasto de Alemania se han deteriorado". En definitiva, "El BCE no está listo para señalar el fin de la expansión cuantitativa y no están pensando en subir las tasas de interés en el corto plazo", aclara la experta de la firma de inversión de Nueva York.

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