- El 'billete verde' se deprecia contra el yen, pero aguanta frente al euro
- El avance de la 'moneda comunitaria' dinamitado por el BCE
Es la guerra. Guerra comercial. Justo cuando los mercados habían digerido la imposición de aranceles en el acero y el aluminio por parte del presidente de los EEUU, Donald Trump, el republicano ha vuelto a sacar la artillería y sopesa ahora impuestos a las importaciones chinas por valor de 60.000 millones de dólares. Los inversores tiemblan ante la que se avecina y el dólar ya está notando las consecuencias con caídas contra el yen.
Según la ’CNBC', Trump está considerando aplicar un duro paquete de medidas a China. Además de impuestos a determinados productos y frenos a las inversiones, también se podrían aplicar restricciones a los visados de viajeros chinos. La agencia Fitch considera que "es bastante probable que las tensiones comerciales entre China y EEUU aumenten en los próximos meses, pero la situación debería deteriorarse dramáticamente para afectar a las perspectivas de crecimiento mundial a corto plazo".
No obstante, el mero miedo a que su decisión se convierta en un conflicto comercial con China “tiene a los mercados globales en vilo y los inversores ya empiezan a tomar posturas defensivas”, explica Stephen Innes, analista de Oanda. Y en las divisas, estos hechos se traducen en un auge del yen, que pone en juego su papel de activo refugio. Así, el ‘billete verde’ se ha vuelto a desplomar frente a su contraparte nipona hasta mínimos de dos semanas, en los 105,78 yenes, aunque ha logrado recortar su caída hasta cotizar por encima de los 106,00 yenes. El índice que mide el desempeño de la moneda estadounidense, por su parte, ha caído por debajo de los 90,00 puntos.
Expertos de Goldman Sachs ven “pocos riesgos reales de una guerra comercial”
EL DÓLAR RECIBE DESDE TODOS LOS FRENTES
La debilidad del dólar es casi el ‘monotema’ de este 2018 y una realidad con la que deben aprender a convivir los inversores. Los analistas de Goldman Sachs esperan, además, que persista a lo largo de este año a medida que se incrementa la tensión en las relaciones comerciales entre EEUU y sus socios. Sin embargo, quitan hierro a las declaraciones de Trump porque ven “pocos riesgos reales de una guerra comercial”.
Pero no es el único motivo que mantiene a la moneda en horas bajas. El avance de la inflación en el mes de febrero, en línea con lo esperado, al 1,8%, ha confirmado que la Reserva Federal (Fed) mantendrá el ritmo gradual de subidas de tipos de interés en el que se halla embarcada, lo que ha restado empuje al dólar. Además, las ventas minoristas han vuelto a caer por segundo mes consecutivo, todo un mazado para el mercado, que esperaba que subieran después de un mal inicio de año.
Los expertos no apuestan por que las compras regresen al ‘billete verde’ porque, “en el momento actual nada parece sugerir que la Fed incrementará el ritmo de su normalización monetaria y las acciones de Trump seguirán poniendo en peligro a la moneda”, explican los analistas de Danske Bank. El baile de sillas en la Casa Blanca también tiene su parte de ‘culpa’ en la falta de tono de la moneda.
Después del reemplazo del secretario de Estado, Rex Tillerson, por el actual jefe de la CIA, Mike Pompeo, también se ha presentado el reemplazo del consejero económico de Trump, Gary Cohn. Trump ha elegido a Larry Kudlow como nuevo consejero económico, un economista y un conocido colaborador de la cadena ‘CNBC’. Este miércoles, en una intervención en la cadena dijo que "un gran país necesita una moneda fuerte". Además de discutir sobre el comercio, Kudlow también se ha referido a su conocida inclinación por una moneda fuerte: "King Dollar", como él llama al dólar.
PERO EL EURO NO SACA PARTIDO Y SE DEJA LLEVAR POR EL BCE
Pese a que el dólar pasa otro mal momento, el euro no ha sacadlo jugo de la situación. Dinamitado sun avance de nuevo por el presidente del Banco Central Eurpeo, Mario Draghi, se ubica en la franja de los 1,2350 dólares, mientras desde el punto de vista del análisis técnico enfrenta importantes resistencias.
EL italiano ha vuelto a exibir un tono prudente este miércoles en Frankfurt, para referirse a la futura política monetaria en el bloque europeo. Ha reiterado el mensaje que dio en la reunión del BCE de marzo al referirse a las previsiones para la inflación como positivas, pero ha puntualizado que las tasas no se acercarán al objetivo del 2% hasta pasado el 2020, fecha por la que entonces, la silla del italiano habrá sido ocupada por su sucesor. En esta ocasión también comentó que la fortaleza del euro puede pesar sobre la inflación, lo que "señala que cuanto más suba el euro, más lenta será la normalización de la política de estímulos de la entidad", indica Katy Lien, fundadora de BK Asset Management.
Por otra parte, la libra cae hasta los 1,3930 dólares, después de haber logrado rozar los 1,40 dólares este miércoles, apuntalada por las esperanzas de que la Unión Europea y Reino Unido alcanzarán un buen acuerdo sobre el Brexit en la reunióin de finales de mes.