- La libra no recibe apoyo del gobernador del BoE, Mark Carney
- El euro se mantiene bajo presión por la crisis política en Cataluña
Escasa acción en el mercado de las divisas, con los operadores a la espera de que se produzcan varios acontecimientos que despejen el futuro de la política de tres de los bancos centrales más importantes del mundo. El euro no encuentra motivos para subir antes de la reunión del Banco Central Europeo (BCE) del 26 de octubre y se deja llevar por la prima de riesgo político que se ceba en España. La libra opera deprimida, después de que el gobernador del BoE, Mark Carney, no diera muestras de que apoya una subida de tipos el mes de noviembre. Y el dólar ha encontrado impulso en las perspectivas de que un ‘halcón’ asuma el mando de la Reserva Federal de EEUU.
El índice que mide el desempeño de la divisa estadounidense contra una cesta de seis monedas rivales avanza hasta los 93,60 puntos, cerca del máximo del martes y se aleja de los mínimos de dos semanas y media alcanzados la semana pasada. Tras este comportamiento de la divisa está la mejora de algunos datos macroeconómicos en EEUU y que la figura del economista de la Universidad de Standford, John Taylor, ha emergido como el más firme candidato a ocupar la silla de Janet Yellen al frente de la Fed.
Con el mercado descontando una tercera subida de tipos este año, la gran incógnita se centra ahora en conocer quién pilotará el banco central a partir del próximo mes de febrero, cuando Yellen acabe su mandato. El presidente estadounidense, Donald Trump, baraja cinco candidatos y tomará su decisión antes de su viaje a Asia de principios de noviembre, según informa 'Reuters'. Con toda seguridad, el nombre del sucesor de Yellen trascenderá esta misma semana, tras la reunión que mantendrán Trump y Yellen. “Las opciones de que la presidente actual mantenga el cargo son escasísimas”, indica Kathy Lien, analista de BK Asset Management.
Los rumores de que Taylor, autor de la regla que lleva su nombre, podría hacerse con los mandos del supervisor ha ofrecido impulso al dólar, ya que los operadores apuestan a que los aumentos de tipos se acelerarán bajo su mandato. Según su propia regla, las tasas de la Fed deben estar mucho más altos del actual 1%-1,25%.
La divisa estadounidense ha operado con buen tono contra el yen, y se mueve alrededor de los máximos de tres días alcanzados el martes, además de contra el euro y la libra.
EL EURO PIERDE TERRENO POR QUINTO DÍA CONSECUTIVO
Pero las dos monedas europeas pasan por sus propios ‘calvarios’. El euro se mantiene a la espera de lo que pueda decir el presidente del BCE, Mario Draghi, sobre el calendario de retirada de los estímulos monetarios en la reunión de la semana que viene. Hasta entonces, la divisa comunitaria se deja mecer por el desarrollo de los acontecimientos en España, con la galopante crisis catalana en su apogeo. Los gobiernos del bloque europeo cierran filas con el presidente español, Mariano Rajoy, que ultima su plan para suspender la autonomía de la región y evitar que el Ejecutivo autonómico declare la independencia de la región. Un camino en el que no cuenta con apoyos en Europa, según han insistido en resaltar las instituciones europeas.
En cualquier caso, el euro encadena cinco jornadas a la baja y ha perdido un 0,5% en la semana. Este miércoles se mantiene alrededor de los 1,1750 dólares. "Tras un rebote que ha durado pocos días volvemos a ver al cruce perder posiciones con una alta probabilidad de poner a prueba el soporte horizontal que presenta en los mínimos de principios de mes, coincidiendo con los mínimos de agosto, en los 1,16680 dólares", indica José María Rodríguez, analista de Bolsamanía. El experto avisa que, de perforarse este soporte, se estaría dando forma a una figura de implicaciones bajistas en “cabeza y hombros” con objetivo de caída (mínima teórica) en los 1,13 dólares.
LA LIBRA, ENTRE EL BREXIT Y EL BOE
La atención se centra en la libra en una semana decisiva para el futuro del Brexit y plagada de referencias económicas. La moneda británica se encuentra muy presionada por el incierto escenario que se abre en torno a las negociaciones sobre el divorcio entre la Unión Europea y Reino Unido. El vicegobernador del Banco de Irlanda, Ed Silvey, ya ha avisado que las empresas deben prepararse para un "Brexit duro y sin transición". Y la idea de que están en un callejón sin salida con grandes posibilidades de fracaso cala entre los inversores.
La libra está pagando el pato y se halla muy presionada. Opera este miércoles cerca del mínimo reciente en los 1,3150 dólares, debilitada también porque Mark Carney no se alineó con los 'halcones' del BoE que esperan una subida de tipos en noviembre. Expertos consultados esperan que la moneda se mantenga en rango entre los recientes mínimos y máximos (1,3020 dólares y 1,3350 dólares) en las próximas sesiones, hasta que se aclare uno de los dos frentes: el político o el monetario.