El ritmo del crecimiento económico de la zona euro se desaceleró por segundo mes consecutivo en abril, indicando que la economía sigue atravesando su peor momento respecto del crecimiento desde 2014. El sector manufacturero registró una nueva contracción, hasta el 47,8, frente al 47,5 de marzo, mientras que el crecimiento en el sector servicios se ha atenuado hasta el 52,5.
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Unos sólidos resultados en el sector servicios de Alemania ayudaron a soportar la expansión, contrarrestando una intensa caída en el sector manufacturero. Mientras tanto, Francia no registró aumento alguno y el resto de la región señaló el peor nivel de crecimiento económico desde fines de 2013.
Según su lectura preliminar, el Índice PMI Compuesto de la Actividad Total de la Zona Euro de IHS Markit se redujo del 51,6 registrado en marzo al 51,3 en abril. Esta última lectura fue la tercera más baja desde noviembre de 2014, sólo apenas por encima de las mínimas recientes observadas en diciembre de 2018 y enero pasado.
El crecimiento del empleo se aceleró ligeramente pero se mantuvo entre los más bajos desde 2016. La producción manufacturera cayó por tercer mes consecutivo, y el volumen de nuevos pedidos recibidos se redujo por séptimo mes consecutivo. Mientras tanto, el crecimiento económico del sector servicios se atenuó frente a su máxima de cuatro meses registrada en marzo.
El mercado ha recibido mal estos datos, con caídas en todas las bolsas europeas y en el euro, que cede por debajo de los 1,1250 dólares. "En general, vemos una mayor desaceleración en el crecimiento de la zona euro. Francia se está estancando y el crecimiento en todo el bloque es el más lento desde 2013", indica Neil Wilson, analista de Markets.com. "Estos no son buenos tiempos para la economía europea, y este hecho se refleja en una de las cifras de expectativas de negocios más sombrías en cinco años", agrega.
Para este experto, los datos "incrementan la posibilidad de una mayor flexibilización del BCE a su debido tiempo". "Esperamos ver los resultados de la reunión de junio, pero si los responsables de la formulación de políticas mantienen abiertas todas las opciones, un mayor deterioro de los datos macroeconómicos probablemente requiera un retorno a la QE antes de finales de 2019. El BCE está en un aprieto", agrega.