- La hipoteca supone casi el 70% de la renta de los hipotecados
- La ratio precio de la vivienda/salario es un 30% más alto que en el pico más alto previo a la crisis
Comprar una casa no era tan caro en términos salariales para los londinenses desde la burbuja previa a 2008, aunque el Brexit ha marcado un claro punto de inflexión en este mercado. Mientras los propietarios que quieren deshacerse de sus propiedades son cada vez más moderados en sus pretensiones, los compradores se ven cada vez más asfixiados por una hipoteca que supone hasta casi el 70% de su renta.
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De momento, parece que los vendedores londinenses siguen viendo con cierto optimismo el mercado inmobiliario de la capital británica. Así lo muestra el último informe publicado por una de las webs de compraventa de vivienda más populares en Reino Unido, Rightmove, aunque hay indicadores que ya mandan señales de lo que está por venir.
Aunque el precio de las propiedades se ha mantenido sorprendentemente incluso después del Brexit, el sector de la vivienda ha empezado a mostrar signos importantes de desaceleración en el aumento de precios. Mientras que en enero de 2016 la tasa de crecimiento fue del 7,8%, en este primer mes de 2017 se sitúa en el 2,3%. Atrás quedan incrementos interanuales del 20,7%, como el registrado en junio de 2014.
A pesar de que los precios sigan creciendo, la realidad es que el desplome de de las transacciones inmobiliarias en la capital de Reino Unido empieza a ser preocupante. Según los últimos datos publicados por el registro de la propiedad, el número de ventas inmobiliarias ejecutadas en septiembre cayó un 39% con respecto al año anterior, mientras que para el total del país la caída fue del 18%.
El número total de transacciones se ha reducido en un 47% desde que se aprobaron nuevos impuestos para la venta de segundas viviendas y tras el Brexit el efecto negativo se ha mantenido.
Esta caída abrupta en las operaciones de compraventa normalmente sugiere que lo normal sería un ajuste por el lado de los precio, pero Londres no es un mercado normal. Hay escasez crónica de vivienda debido a sus restrictivas normas urbanísticas, por lo que la gran pregunta es: ¿hasta dónde podrían retroceder los precios?
LAS INMOBILIARIAS VEN DESAPARECER SUS BENEFICIOS
Mientras tanto, los que más están sufriendo esta situación de la caída de la actividad en el sector son los agentes inmobiliarios, que reciben su nómina en función del número de ventas. Para muestra, un botón: el beneficio del cuarto trimestre procedente de las ventas para Foxtons, la mayor inmobiliaria que opera en la capital, ha caído un 40% con respecto al mismo periodo del año anterior.
El panorama para para las inmobiliarias cotizadas en la Bolsa de Londres es desolador. Los beneficios del sector se han desplomado durante 2016 y las previsiones del consenso de analistas de mercado van en línea de que esta tendencia continúe durante 2017.
Esta caída en los resultados de las empresas inmobiliarias se ha reflejado en su evolución en bolsa. El conjunto de estas compañías ha caído un 24,5% en 2016, con una brusca caída tras el Brexit de la que no han sido capaces de recuperarse.
LOS HIPOTECADOS ESTÁN CON EL AGUA AL CUELLO
Desde 2013 los precios de la vivienda en Londres han estado creciendo a un ritmo muy superior al de los salarios, perdiendo la correlación con el mercado británico. Algo parecido sucedió a finales de los 80, cuando los precios iniciaron una caída que no frenó hasta 1995.
La situación para los hipotecados es aún peor. La cantidad de su renta que los londinenses destinan al pago de su hipoteca se acerca a máximos de 2007, justo antes de la crisis. En el último dato publicado la cifra es del 68,1% de la renta disponible, para romper con fuerza la correlación con el mercado británico. Tras el inicio de la crisis, con unos niveles porcentuales similares este porcentaje se redujo hata el 47,5%.
Con las inmobiliarias sufriendo cada vez más las desaceleración del mercado, parece cuestión de tiempo que los precios empiecen a bajar. Los intermediarios necesitan comisiones y el ‘frenazo’ en el crecimiento de los precios pone de manifiesto las dificultades que están teniendo para vender los inmuebles.