El Banco Central Europeo (BCE) rechazó este domingo la solicitud de Grecia de liquidez adicional de 6.000 millones de euros a través del programa de asistencia de liquidez de emergencia (ELA, por sus siglas en inglés), según informa Reuters. La petición del Banco de Grecia se produjo ante las retiradas de los griegos de los cajeros.
Los griegos se apresuraron a sacar dinero en efectivo de los cajeros este fin de semana, ante el temor del cierre de los bancos que finalmente se ha producido. El banco central heleno pidió al BCE una partida extra de 6.000 millones de euros en el programa ELA, que rechazó la institución que preside Mario Draghi. No obstante, desde Grecia se espera que la línea de financiación a la banca helena continúe al menos hasta el próximo 5 de julio, fecha en la que se celebrará el referéndum.
La retirada de dinero de los bancos se produjo después del anuncio de Alexis Tsipras, primer ministro heleno, de convocar un referéndum el próximo 5 de julio. Además, la rotura en las negociaciones en el Eurogrupo del sábado agravó el escenario, en el que el Gobierno de Grecia acabó anunciando el cierre de los bancos.
La recomendación enviada al BCE fue firmada por el gobernador del Banco de Grecia
"La solicitud por el Banco de Grecia fue de 6.000 millones de euros de asistencia de liquidez de emergencia", aseguró una persona conocedora de las conversaciones con la autoridad monetaria del euro que cita Reuters. "La recomendación enviada al BCE fue firmada por el gobernador del Banco de Grecia", añade. "Después de la convocatoria de un referéndum y la ruptura de las conversaciones, no se podía hacer nada diferente a lo que sucedió".
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DECISIÓN DEL BCE
No obstante, el BCE congeló el programa ELA el domingo, con lo que el cierre de las entidades financieras estaba obligado para evitar la retirada de depósitos. Además, Tsipras ha tenido que imponer controles de capital para proteger a los bancos, recuerda Reuters.
El miércoles habrá una reunión de los jefes de los bancos centrales del euro junto con Mario Draghi en la que se espera que se mantenga el nivel actual de financiación de emergencia para el sistema financiero griego.
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