- "Se incrementan las posibilidades de un anuncio en septiembre de que se ampliará la política acomodaticia", según la firma financiera gala
El Banco Central Europeo seguirá con su política ultra-expansiva hasta, por lo menos, el primer trimestre de 2019. Así lo ha predicho Société Genérale, que también cree que la entidad presidida por Mario Draghi anunciará una extensión de sus estímulos en septiembre y que afrontará una reducción gradual de los mismos que se prolongará hasta el mes de marzo de 2019. Esta opinión contrasta con la de otras firmas de inversión como Deutsche Bank o BBVA que creen que las compras de activos se eliminarán por completo en 2018.
Pero los expertos del banco de inversión galo creen que las compras de bonos proseguirán más allá del horizonte fijado por las otras entidades, a pesar de que Draghi anunció en la pasada reunión del supervisor monetario que las proyecciones de crecimiento del regulador monetario parecen ahora “más equilibradas”. Según señalan, y recoge la CNBC, el banco central empleó un tono muy cauto en su último cónclave de junio, por lo que “se incrementan las posibilidades de un anuncio en septiembre de que se ampliará la política acomodaticia”. También esperan, sin embargo, que el banco central reduzca gradualmente las compras, así creen que el ritmo mensual desde enero de 2018 será de 40.0000 millones de euros, que se reducirán en 10.000 millones de euros cada trimestre, hasta marzo de 2019.
En diciembre del año pasado, el BCE decidió prorrogar nueve meses, hasta diciembre de 2017, el programa de compra de deuda que vencía en marzo. Sin embargo, desde este mes de abril su volumen se ha rebajado de 80.000 a 60.000 millones de euros mensuales. Si se mantiene este calendario, este estímulo supondrá la compra de activos por parte del banco central por importe de al menos 540.000 millones de euros adicionales, lo que impulsará la cifra destinada a tal efecto desde el comienzo del programa en marzo de 2015 hasta unos 2,3 billones de euros. Según Société Générale, Draghi planea ahora volver a poner en marcha la máquina de inyectar dinero en alrededor de 160.000 millones de euros adicionales.
En cambio, otras firmas de inversión, como BBVA prevén que las compras se reduzcan a lo largo de 2018 y que culminen el próximo año con una subida de tasas de interés. El banco central lleva una década sin efectuar un movimiento similar. El último aumento de tipos fue en octubre de 2008, cuando aún era presidente de la entidad el francés Jean Claude Trichet. A finales de ese año, empezaron los recortes que llevaron los tipos de interés a conquistar un mínimo histórico tras otro, hasta caer al 0% en marzo de 2016. La facilidad de depósito entró en números negativos casi dos años antes, en junio de 2014, y se ubicó en el -0,4% actual hace también más de un año.
Una perspectiva de inflación débil sugiere que aún estamos lejos de alcanzar un debate de normalización de políticas, opina Société Générale
CULPEN A LA INFLACIÓN
Pero Draghi dejó claro en su reunión de la semana pasada que estaría dispuesto a ampliar su estrategia de expansión cuantitativa (QE por sus siglas en inglés), tanto en duración como en presupuesto, si fuera necesario. El banco optó por rebajar sus pronósticos de inflación a pesar de revisar su perspectiva de crecimiento. El euro se hundió tras la decisión, cayendo a 1,1207 dólares. Después de tocar un mínimo en los 1,1170 dólares, la divisa europea cotiza por debajo de los 1,1200 dólares este martes.
"El tono general muy cauto y una perspectiva de inflación débil sugiere que aún estamos lejos de alcanzar un debate de normalización de políticas, y concluimos que la próxima reducción en las compras de activos mensuales llegará a principios del próximo año", ha señalado Société Générale.
Draghi lo dejó claro: ”La expansión económica aún tiene que traducirse en dinámicas de precios más fuertes", añadió el presidente del BCE, avanzando que se espera que la inflación subyacente suba de forma gradual. La tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en mayo en el 1,4%, medio punto porcentual menos que en abril y todavía lejos del objetivo de estabilidad de precios del BCE de una subida ligeramente inferior al 2%.
En cuanto a la evolución de los precios, los nuevos pronósticos del BCE apuntan a una subida del 1,5% en 2017, que se relajará al 1,3% un año más tarde y alcanzará el 1,6% en 2019, frente a las previsiones de marzo, que señalaban un alza de precios del 1,7%, del 1,6% y del 1,7% respectivamente.