- La decisión del regulador se conocerá a partir de las 13:45
El Banco Central Europeo (BCE) se enfrenta este jueves en Riga a una de las grandes citas del calendario. El mercado anticipa casi con total seguridad que el fin del programa de compra de activos está cerca, la duda es saber si el Consejo de Gobierno del regulador hará público este jueves su plan para desmantelar el 'QE' o esperará un mes más.
En la 'semana grande' de los bancos centrales, toca saber qué opina Draghi y compañía sobre la fortaleza de la Eurozona. Tras una reunión en abril que dejó todo como estaba, los focos apuntaban a verano como fecha más probable para presenciar las primeras decisiones sobre el futuro de los estímulos monetarios en el bloque. La fecha 'oficial' para el fin del programa de compras continúa siendo septiembre y los planes para su retirada podrían ser desvelados hoy mismo en Letonia.
La presión alemana se hace notar. Hace dieciséis meses que Sabine Lautenschlaeger afirmaba que "todas las condiciones" apuntaban a un "aumento estable de la inflación" y sus compatriotas Jens Weidmann y Peter Praet se mantienen en esta dirección. El presidente del Bundesbank tildó la semana pasada de "plausibles" las posibilidades de ver morir al 'QE' este mismo año, opinión que comparten el 80% de las previsiones, mientras que el más 'paloma' de los alemanes aseguró que el fin del programa de compras se debatirá en la reunión de este jueves.
Sin embargo, aún existen riesgos que podrían retrasar el anuncio del BCE. El PIB de la Eurozona creció un 0,4% en el primer trimestre, tres décimas menos que el resultado a cierre de 2017, mientras que el panorama político de Italia no ayuda a confiar en la robustez de su mercado de deuda. El nuevo ministro de Economía, Giovanni Tria, aseguró que "la posición del Gobierno es unánime" y que "no hay dudas sobre el euro", un necesario mensaje de tranquilidad para los mercados. No obstante, dada la alta inestabilidad que muestran los bonos italianos y su alta capacidad de contagio a otras regiones como España, la decisión de suprimir las compras por parte del regulador no se antoja trivial.
En cuanto al resto de herramientas, los expertos no anticipan cambios. Los tipos de facilidad de depósito se mantendrán en el -0,4% hasta al menos el segundo trimestre de 2019, mientras que los tipos oficiales (0%) seguirán intactos otro año, es decir, en los mismos niveles que desde marzo de 2016.
DEBUT DE ALTOS VUELOS PARA GUINDOS Y HERNÁNDEZ DE COS
El Consejo de Gobierno del BCE incluirá este jueves dos nuevos miembros. Un debut de calado para Luis de Guindos, que asumió el 1 de junio su cargo como vicepresidente del regulador, y para Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España desde hace apenas 72 horas. Ambos formarán parte del órgano que decidirá el rumbo de la política monetaria en la zona euro.
Los analistas de Danske Bank apuntan a una postura más restrictiva por parte del exministro de Economía español que la adoptada por su antecesor, Vitor Constancio. Posición que favorecerá la intención alemana de retirar de forma más ágil los estímulos en la economía común.
LA CORRUPCIÓN INUNDA RIGA
Dos 'novatos' y un ausente. El presidente del Banco de Letonia, quien como anfitrión debería sentarse junto a Draghi en la conferencia de prensa de este jueves, se encuentra defendiendo su inocencia frente a los tribunales y se ausentará de la reunión. Ilmars Rimsevics fue detenido en febrero bajo sospecha de haber solicitado sobornos y eludir la grave situación de su sistema bancario.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos alegó por entonces que el tercer mayor banco del país, ABLV Bank AS, estaba actuando como una lavadora de dinero de actividades criminales organizadas, corrupción y evasión de sanciones, incluidas aquellas impuestas a Corea del Norte. El BCE actuó de oficio y clausuró la entidad de inmediato, así como decidió apartar a Rimsevics de sus funciones en el regulador europeo.
Los bancos letones han estado envueltos en una gran polémica desde el colapso del comunismo. El país exsoviético, con una ínfima minoría rusa, consiguió su independencia en 1991 y finalmente unirse a la Unión Europea (UE) en 2004. Si bien esto ayudó a desarrollar la su industria bancaria, también recibió críticas de organismos como la OCDE por riesgos sobre su capacidad para lavar dinero por una evidente falta de supervisión. Una situación que se ha tratado de revertir desde hace tres años cuando la región intentó participar en este mismo organismo, mediante el aumento del control y las multas sobre su sistema financiero. La crisis de 2008 perjudicó gravemente a Chipre, la otra gran 'caja fuerte' de efectivo del este, e inundó Letonia de depositantes extranjeros, sin embargo, este capital se ha ido reduciendo desde entonces, especialmente durante el pasado ejercicio (-25%).