• Los analistas creen que recortará la cantidad mensual destinada a la compra de activos y que extenderá el programa otros nueve o doce meses
  • Se espera que Mario Draghi trate de limitar al máximo el impacto en los mercados de esta reunión con un discurso cauteloso
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Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE).

Mario Draghi será uno de los protagonistas en un jueves repleto de referencias para los inversores. La reunión del Banco Central Europeo (BCE) de octubre es de las más esperadas de los últimos tiempos, porque el italiano va a revelar cómo piensa ir retirando su programa de compra de bonos. La receta esperada pasa por reducir las compras mensuales, pero mantenerlas durante más tiempo.

No cabe duda de que Draghi deberá responder en la rueda de prensa posterior al anuncio de las decisiones del BCE (que se publican en un comunicado a las 13:45 horas) muchas preguntas sobre cómo y cuándo va a ir normalizando su política monetaria. Sin embargo, también tendrá que responder más de una sobre qué opina de la situación de España, y especialmente de la situación en la que quedarían algunos bancos españoles (aunque éstos ya se han protegido cambiando sus sedes sociales) si se proclamara finalmente la independencia de Cataluña.

En cuanto a cómo piensa el BCE ir reduciendo sus estímulos, los analistas barajan varios escenarios de reducción de su programa de compra de activos producto de combinar el periodo de prolongación del programa y el volumen mensual de compra de activos. Por un lado, están los que se decantan por una prolongación del programa de compras que finaliza en diciembre, hasta septiembre o diciembre de 2018, pero con una rebaja sustancial de las compras mensuales, actualmente por importe de 60.000 millones de euros, hasta una cifra de 20.000 o 25.000 millones de euros. Otros, por el contrario, apuestan por una menor duración del programa, para prolongarlo sólo hasta junio, y por que el BCE mantenga el volumen de compras en los 40.000 millones de euros. "Nosotros creemos que el BCE podría optar por prolongar entre 9 y 12 meses el mencionado programa, e ir reduciendo paulatinamente el volumen de las compras: rebajarlo hasta 40.000 millones de euros durante unos meses, para luego volverlo a bajar hasta unos 25.000 millones de euros hasta el final del mismo", explican los analistas de Link Securities.

Al margen de la decisión que anuncie, un aspecto en el que inciden los expertos es en que Mario Draghi va a tratar de ser todo lo 'cauteloso' que pueda para evitar impactar más de la cuenta en los mercados

"Cuando se trata de las compras del Banco Central Europeo, creo que el consenso de mercado es un escenario 'lower for longer'. Es decir, menores compras de activos pero durante más tiempo de lo que habían estimado”, señala Hartwig Kos, co CIO y co responsable de Multiactivos de SYZ AM. "Pero los inversores parecen estar viendo a través de los detalles de cómo se va a desarrollar la reducción de las compras -'tapering'- y centrándose más en la cantidad total de compras adicionales, que actualmente se espera que esté en el rango de entre 200.000 y 220.0000 millones de euros, quizá un poco más", añade.

Advierte Kos de que si Draghi ofreciera menos 'tapering' de lo que se prevé, el euro sufriría un golpe inicial, pero no espera que se produzca un movimiento más pronunciado de la 'divisa única'. "Hay que tener en cuenta que una parte significativa de la apreciación del euro de este año se debe a la disipación de los riesgos políticos y el contexto económico positivo de la Eurozona. Mario Draghi ha adoptado, al menos desde la reunión de Sintra de junio, un discurso relativamente neutral. Esto no ha impedido que el euro se aprecie aún más, a pesar de que cada vez más voces sugieren que una mayor fortaleza de la divisa limitaría la capacidad del BCE para llevar a cabo el 'tapering'", explica este analista. En cualquier caso, el anuncio del BCE será relevante porque marcará la primera medida restrictiva desde que Draghi llegó a la presidencia en noviembre de 2011. Desde entonces, sus medidas expansivas, especialmente las compras de duda, han fabricado dos billones de euros. Como consecuencia, el balance del BCE ha engordado hasta los 4,3 billones de euros, un volumen sin precedentes.

CAUTELA ANTE TODO

Al margen de la decisión que anuncie, un aspecto en el que inciden los expertos es en que Mario Draghi va a tratar de ser todo lo 'cauteloso' que pueda para evitar impactar más de la cuenta en los mercados... algo que, teniendo en cuenta la repercusión que tienen casi siempre sus palabras, va a resultarle especialmente difícil, y más aún en esta ocasión. Los expertos de Nomura destacan en este sentido que, debido al carácter "muy delicado" de esta cita, el BCE será reacio a abandonar su retórica 'dovish' -acomodaticia-, ya que teme una reacción al alza del euro. "El BCE es consciente de que el 'tapering' es un tema extremadamente delicado para los mercados y, por lo tanto, es probable que enfatice que las reducciones de su programa de compra de bonos serán más condicionales que automáticas", apunta en este sentido Franck Dixmier, director global de renta fija de Allianz Global Investors. "Este tono más blando ('dovish') permitirá al banco central mantener la máxima flexibilidad a medida que sale de su política monetaria no convencional", añade.

Los expertos coinciden en que confluyen una serie de factores económicos y de mercados en la Zona Euro que justifican esta retirada progresiva de estímulos por parte del BCE. Consideran que el entorno económico y financiero es propicio para que haya un nivel más bajo de intervención del BCE, destacan la solidez de la tasa de crecimiento, respaldada por el gasto de los consumidores y la inversión, el sesgo alcista de los principales indicadores económicos y una recuperación sostenible del ciclo de crédito. "El BCE ha cumplido la parte más importante de su labor al combatir eficazmente la deflación, con una inflación subyacente anclada por encima del 1%", añaden desde Allianz.

Sin embargo, Kathleen Brooks, experta de City Index, advierte de que los problemas políticos amenazan a la Zona Euro "una vez más", lo que ahonda en esa necesidad de prudencia por parte del BCE. "La amenaza de la independencia catalana y la ruptura civil en España, así como las elecciones italianas del próximo año, que podrían hacer que los 'antieuropeos' tomaran el control de Roma, están ahí. Por lo tanto, el BCE tiene que andar con cuidado en esta reunión. Al mismo tiempo, Draghi y compañía deben dar una idea clara al mercado de lo que depara el futuro a la QE del BCE", apunta esta experta.

La cautela del BCE se dejará notar también en los tipos de interés. Los expertos coinciden en que el organismo no tocará los tipos hasta, como pronto, finales del próximo año. Para Yves Longcharp, responsable de investigación de Ethenea Independent, ahora que el mercado espera ya -y probablemente ha descontado en buena medida- la retirada de estímulos, lo interesante para los inversores pasan a ser lo tipos. "(La primera subida de tipos) marcaría el principio del fin de los bajos tipos de interés y, como consecuencia, se produciría una apreciación en toda la curva", señala este experto. Kos apunta en este sentido que "lo racional" del discurso que debe transmitir Draghi este jueves pasa por "anclar" las expectativas de que no habrá subidas de tipos de interés en el futuro, pero sí retirada de estímulos. "En otras palabras, es una forma de hacer más restrictiva la política monetaria, mientras se limita el impacto en el euro", señala.

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