- El continuado crecimiento de este mercado y de su importancia aumenta “su riesgo sistémico”, por lo que la reacción de los legisladores será tratar de controlarlo
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, confesó ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, en septiembre, que el supervisor aún no ha abordado los riesgos que representan las divisas criptográficas. Pero dos meses después, su homólogo en el Banco Nacional de Suiza (SNB por sus siglas en inglés), Thomas Jordan, ha asegurado que “los bancos centrales están trabajando intensivamente en este asunto”.
Durante una conferencia en Basilea, también ha puesto énfasis en que no considera estos instrumentos como divisas, ya que cree que responden mejor a la definición de medio de inversión. "Es importante decir que no se trata de tecnología, sino de quién tiene acceso a dinero del banco central y de qué forma. Hasta ahora hay muchas preguntas sin resolver”, ha insistido.
Opina el presidente del SNB que las monedas de cifrado entrañan el riesgo de afectar fuertemente el sistema financiero, por lo que considera muy importante que los bancos centrales analicen cuidadosamente el tema.
Lo cierto es que ante el incremento tanto del mercado como del uso de estos activos digitales, los reguladores se han dado prisa en adoptar posiciones al respecto. Desde la Reserva Federal (Fed), por ejemplo, varios de sus miembros han exhibido cautela ante el bitcoin y los más de 1.000 tokens virtuales que hay en este floreciente mercado. Aunque se han mostrado atraídos por las inmensas posibilidades que presenta la ‘blockchain’, la tecnología que sustenta las criptodivisas, en general han llamado a la cautela ante el auge de este mercado. Un mensaje al que se ha unido el que será el próximo presidente del regulador monetario estadounidense, Jerome Powell, conocido por su escepticismo hacia las divisas criptográficas.
¿REGULACIÓN O PROHIBICIÓN?
La realidad apuna a que el próximo año podría ser cuando los supervisores monetarios de todo el mundo afinen la legislación sobre divisas criptográficas. De hecho, no pasa un día sin que alguna autoridad monetaria o financiera se descuelgue con un aviso de que está trabajando en un marco legal específico. La prohibición del Banco Popular de China del comercio con criptoactivos de mediados de septiembre ha abierto la puerta a que otros países sigan esa senda. Esta misma semana, Malasia ha avisado que ultima su reglamento sobre las monedas online, con el objetivo de prevenir el blanqueo de capitales. Numerosos supervisores están agilizando la publicación de sus resoluciones en las emisiones de tokens -nuevas altcoins- digitales, mientras otros vigilan los riesgos de esta tecnología.
“Al basarse en un sistema ‘peer to peer’, puede sortear con facilidad las normas y regulaciones en vigor”, expone el experto de Allianz GI, Martin Hochstein. La regulación, o mejor dicho su ausencia, es un debate candente también entre los gurús del sector. En general, reconocen que los gobiernos deben abordar esta cuestión de forma urgente y coinciden en que tienen la tarea de responder a la triple cuestión de cómo regular y controlar estos activos, cómo usarlos y cómo combinarlos con el actual sistema monetario.
Para Hochstein, el continuado crecimiento de este mercado y de su importancia aumenta “su riesgo sistémico”, por lo que la reacción de los legisladores será tratar de controlarlo. “En última instancia las prohibirán y crearán criptodivisas soberanas”, expone.