Coincidiendo con la publicación del calendario parlamentario para debatir el acuerdo entre el Gobierno británico y la Unión Europea sobre el divorcio entre Reino Unido y la UE, el Banco de Inglaterra (BoE) ha decidido entrar como un elefante en una cacharrería en el debate. Y lo ha hecho con unas predicciones aterradoras sobre el futuro del país si el Brexit se produce sin acuerdo. El informe del regulador monetario es tan agorero que ha suscitado críticas de analistas y economistas de tanto prestigio como el premio Nobel Paul Krugman, que ha manifestado sus reservas sobre los modelos del banco central.
A grandes rasgos, un escenario desordenado de falta de acuerdo sin periodo de transición llevaría al país a un estado peor que el de la crisis de 2008. La respuesta de la política monetaria debería enfocarse a equilibrar de forma mecánica la creciente inflación y el BoE tendría que elevar los tipos hasta el 5,5%.
Aunque también hay buenas noticias en las predicciones del banco gobernado por Mark Carney, como por ejemplo que el sistema financiero del país ha superado el test de estrés del supervisor monetario y podría afrontar la situación. En cambio, el vaticinio de una caída en el PIB del 8%, una depreciación de la libra del 25% y un aumento de la inflación del 6,5% ha sido calificado de exageración a diestro y siniestro. "El banco central ha pasado del 'proyecto miedo' al 'proyecto histeria'", critican los expertos de Rabobank, en referencia al pesimismo de la entidad con el proceso de divorcio.
"Vemos cierto realismo en las predicciones sobre la libra, el PIB y los precios del mercado inmobiliario -la vivienda se desplomará hasta un 30%, según el BoE-", prosiguen los analistas. Pero "una respuesta del banco central con subidas agresivas de tipos en medio de un colapso de la economía como plantean es algo que no respaldamos", redondean.
El BoE ha subrayado en el pasado lo difícil que será evaluar la postura monetaria correcta si el abandono de al UE se produce sin paracaídas
Los analistas de Amundi, por su parte, recuerdan que el mercado ha descontado un ritmo muy moderado de subidas por el momento, "siempre y cuando el desenlace del proceso que pondrá fin a cuatro décadas de pertenencia al club europeo entre dentro de los parámetros que consideran tolerables". Para los analistas de la gestora francesa, "es de vital importancia que no sean agresivos ya que el crecimiento aún es débil".
El PIB del país se ha fortalecido un 3,8% desde junio de 2016, más de un punto por debajo del desempeño de la eurozona en el mismo período -4,9%- y los expertos de Amundi esperan que, si hay acuerdo, la economía se expanda un 1,5% en 2019 y un 1,6% en 2020. "Pero si el Brexit es desordenado, el impacto será severo en 2019 y el daño se prolongará más o menos en ejercicios venideros dependiendo de las medidas de contención que las autoridades sean capaces de imponer.
El BoE ha subrayado en el pasado lo difícil que será evaluar la postura monetaria correcta si el abandono de al UE se produce sin paracaídas ya que, argumentan los analistas de la gestora con sede en París, "tanto la oferta como la demanda estarán en juego y el posible debilitamiento de la moneda puede poner presión al alza sobre las importaciones". "El BoE querrá "analizar" el impacto de la depreciación de la libra, pero tendrá que ser consciente de cualquier impacto colateral en los salarios ante una más que segura caída del empleo", añaden.
¿SERVIRÁ DE ALGO EL DISCURSO DEL PÁNICO?
En resumidas cuentas, los expertos se ponen de acuerdo que el 'mensaje de terror' de Carney servirá de más bien poco, más allá de poner en tela de juicio el ya cuestionado prestigio de la 'Old Lady of Threadneedle Street' y su gobernador. Los políticos anti-UE suelen desestimar al canadiense por ser excesivamente pesimista con respecto a las perspectivas del Reino Unido. También se lo critica debido a la percepción en algunos ámbitos de que los analistas se equivocaron en sus predicciones previas al referéndum de 2016, acusación que él rechaza.
En esta ocasión, las críticas le han llovido hasta por parte de antiguos miembros del Comité de Política Monetaria de la entidad, como es el caso de Andrew Sentance, que puso en duda la validez de las proyecciones. "Las estimaciones no cambiarán la dinámica de la política en Reino Unido, ya que los 'brexiters' de la línea dura han descartado los cálculos del supervisor monetario", apuntan analistas de Danske Bank.
Estos expertos ponen el acento, en cambio, en la opinión pública. Una encuesta publicada el miércoles arroja que el 52% de los votantes cree que el acuerdo alcanzado por la primera ministra, Theresa May, es el mejor que hay sobre la mesa y este es el motivo, indican desde la entidad danesa, por el que la 'pemier' "puede salirse con la suya en el Parlamento".