En Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) ha cumplido con las previsiones del mercado y ha elevado los tipos de interés en 50 puntos básicos. La decisión de la entidad gobernada por Andrew Bailey constituye un hito por varios motivos, entre los cuales que es el mayor aumento de la tasa de interés desde 1995. Además, el supervisor monetario ha advertido que la economía británica entrará en recesión este mismo año.
Asimismo, es la primera vez que se suben un 0,50% desde que el Comité de Política Monetaria recibió el control de los tipos de interés en 1997. Además, es la sexta alza del precio de los préstamos consecutiva.
De este modo, los tipos de interés británicos alcanzan su nivel más alto en 13 años, el 1,75%, frente al 1,25% que esperaban muchos economistas, y es la sexta subida de tipos de interés consecutiva.
El Comité de Política Monetaria ha dado el paso porque la inflación se disparará por encima del 10% en los próximos meses, ya que los precios del gas harán subir las facturas energéticas del Reino Unido este invierno.
RECESIÓN
El BoE ha recortado sus perspectivas de crecimiento económico y pronostica ahora que la economía británica empezará a contraerse en el cuarto trimestre de este año y seguirá contrayéndose hasta el año que viene. Sería la recesión más larga desde después de la crisis financiera de 2008.
"El crecimiento del PIB en el Reino Unido se está desacelerando", ha dicho el banco central. La última subida del precio del gas ha provocado un nuevo y significativo deterioro de las perspectivas de la actividad en el Reino Unido y en el resto de Europa. Se prevé que el Reino Unido entre en recesión a partir del cuarto trimestre de este año.
Se prevé que los ingresos reales de los hogares después de los impuestos caigan bruscamente en 2022 y 2023, mientras que el crecimiento del consumo se vuelve negativo. El banco central teme que las presiones inflacionistas sean "más persistentes y se amplíen".
Antes de la decisión, los mercados ya habían calculado una posible inflación de dos dígitos, que actualmente se sitúa en el 9,4% interanual. El Banco de Inglaterra proyecta ahora que la inflación pasará al 13% en el cuarto trimestre de 2022 y se mantendrá elevada a lo largo de 2023. En combinación con el empeoramiento de la crisis del coste de la vida y la ralentización del crecimiento -todo ello pesa sobre la libra esterlina desde hace bastante tiempo-, es probable que la libra pase apuros ahora.