- Espera una expansión de la economía del 2,4%, una décima menos de lo proyectado en septiembre
- Sin embargo, espera que la tasa de paro baje al 12,3% en 2019, seis décimas menos de lo esperado anteriormente
La crisis de Cataluña supone un foco de incertidumbre para la economía. Y así lo refleja el Banco de España (BdE) en sus proyecciones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB). Pero no lo suficiente como para que rompa la tendencia del mercado laboral.
De hecho, el organismo gobernado por Luis María Linde ha mejorado las proyecciones sobre el empleo. Ahora espera una reducción de la tasa de paro más severa que en septiembre. En el informe de proyecciones macroeconómicas para el periodo 2017-2020 publicado hoy, el Banco de España proyecta que la tasa de paro bajará al 15,8% al terminar 2017, al 14,2% cuando termine 2018, al 12,3% en 2019 y al 10,7% al final de 2020.
Estas previsiones suponen una rebaja relevante. Para 2017 disminuye en cinco décimas, mientras que el próximo año será de dos décimas menos a lo esperado en septiembre si se cumplen estas estimaciones. En 2019 la brecha a la baja es mayor, ya que hace tres meses publicó una previsión del 12,9%, seis décimas más. Mientras que para 2020 es la primera vez que la institución da a conocer sus proyecciones. La mejoría en las previsiones para el mercado laboral también se aprecian en las tasas de desempleo promedio que espera para 2017 y durante los tres siguientes ejercicios: del 17% este año, del 14,9% en 2018, del 13,2% en 2019 y del 11,5% en 2020. De esta forma, el BdE espera que el paro se sitúe en niveles cercanos al 11% en 2020. Es decir, aún holgadamente por encima la ratio previa a la crisis, cuando incluso bajó del 8%.
El volumen de creación de empleo por unidad de avance del PIB continuará siendo muy alto, ayudado por la evolución contenida de los costes laborales unitarios
Eso sí, la tendencia de los últimos dos años se mantendrá en el mercado laboral: creación intensiva de empleos y congelación de los salarios. "El volumen de creación de empleo por unidad de avance del PIB continuará siendo muy alto, ayudado por la evolución contenida de los costes laborales unitarios", dicen los economistas del Banco de España. Aunque el mismo informe, y pese a la revisión al alza de las proyecciones, advierte de que la moderación del crecimiento se notará en la reducción del paro: "La generación de puestos de trabajo se desacelerará en la medida en que también lo hará el producto (PIB) de la economía", dice el BdE.
La evolución de las previsiones de empleo contrastan con las de crecimiento real -descontando la inflación- de la economía española. Para 2017 mantiene la estimación del 3,1%, en línea con el Gobierno y otros servicios de estudios. Sin embargo, para 2018 la reduce una décima hasta el 2,4%, y para 2019 otra décima hasta el 2,1%. En 2020 espera igualmente que la generación de riqueza aumente un 2,1%. De esta forma, sitúa en el rango bajo el impacto de la crisis catalana dentro de la horquilla de la que avisó hace mes y medio, cuando situó el impacto esperado entre el 0,3% y el 2,5% del PIB durante este y los próximos tres años.
"La intensificación de las tensiones políticas en Cataluña al inicio del cuarto trimestre podría resultar en un cierto debilitamiento adicional de la actividad en ese período, cuya magnitud está sometida a incertidumbres notables, dado el reducido conjunto de información disponible referida a aquel", argumenta el BdE. "Los efectos adversos sobre las decisiones de gasto que se derivan de este aumento de la incertidumbre, no obstante, se estarían viendo parcialmente contrarrestados por la mejora del contexto económico internacional, que ha llevado a una revisión significativa al alza de nuestros mercados de exportación", añade la institución.
PERSPECTIVAS "FAVORABLES"
Aun así, el Banco de España asegura que las perspectivas a medio plazo de la economía siguen "siendo favorables", apoyadas tanto en el dinamismo de la demanda interna como en la aportación de las exportaciones netas -restando las importaciones- y la inversión empresarial -formación bruta de capital fijo-, mientras que proyecta una recuperación intensa de la inversión residencial. Asimismo, destaca los progresos realizados para reestablecer "los equilibrios macrofinancieros tras el inicio de la crisis". Precisamente estos ajustes dotan a la recuperación, dice el BdE, de "un carácter intenso y sostenido que se ha visto contrastado con la capacidad de resistencia que ha mostrado la economía española frente a perturbaciones adversas de diversa naturaleza a lo largo de esta fase de recuperación".
El problema es que las políticas macroeconómicas dejarán de apoyar la recuperación para tomar un carácter "neutral", según el Banco de España. Por eso es tan relevante que un 'shock' como la crisis política de Cataluña pueda golpear al crecimiento. En concreto, añade el informe, la "magnitud" que pueda alcanzar la incertidumbre y "su prolongación" condicionarán la evolución de la economía española en este periodo entre 2017 y 2020.
El cuadro de previsiones también incluye una reducción paulatina del déficit público, que se situará por debajo del 3% del PIB en 2018 y 2019 e inferior al 2% en 2020, mientras que la economía seguirá gozando de una capacidad de financiación del 2% del PIB, lo que reduce la vulnerabilidad exterior. La inflación pasará de un 2% medio en 2017 a un 1,5% en 2018 y un 1,4% en 2019. Los rendimientos del bono a diez años, que este año promediarán un 1,6%, se elevarán hasta superar el 2% tanto en 2019 y 2020, según espera el BdE, lo que elevará el coste de la deuda emitida.