- El ministro suplente de Asuntos Europeos, Nikolaus Chountis, presenta su dimisión
- El socio de Gobierno de Syriza, Griegos Independientes, expresa su rechazo al acuerdo
Menos de 24 horas después de conocerse los detalles del acuerdo entre Grecia y Europa para el tercer rescate del país, desde el país gobernado por Alexis Tsipras han llegado todo tipo de reacciones por parte de sus socios políticos. Las medidas aceptadas por el primer ministro heleno han provocado un rechazo generalizado entre los miembros de la coalición con la que mantiene el poder y también desde su partido, Syriza, le han llovido las críticas.
El primer parlamentario del partido de izquierdas en presentar su dimisión a Tsipras ha sido el ministro suplente de Asuntos Europeos, Nikolaus Chountis, que se esperaba que reemplazara a su antecesor en el cargo, Manolis Glezos, que también dejó el puesto el mes pasado, según informa Kathimerini.
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En el Parlamento griego, la silla de Chountis será ocupada por el periodista Giorgos Kyritsis, lo que significa que la presencia de Syriza en la Cámara no se verá afectada por el movimiento.
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RECHAZO GENERALIZADO
Desde el partido conservador Griegos Independientes, junto con el que Syriza gobierna en coalición, la postura adoptada ha sido también de dar la espalda a Tsipras. El líder de este partido y ministro griego de Defensa, Panos Kamenos, se ha negado a apoyar el acuerdo alcanzado por Alexis Tsipras y los acreedores en Bruselas. Kamenos, ha declarado que su partido no apoyará el acuerdo, según informa la agencia rusa RIA Novosti. No obstante, ha aclarado que su formación política seguirá formando parte de la coalición de gobierno.
Por otra parte, la confederación de sindicatos del sector público de Grecia (Adedy) ha convocado este lunes una huelga de 24 horas para el próximo miércoles como protesta del acuerdo que ha alcanzado el Ejecutivo de Alexis Tsipras con las instituciones europeas.
Entre los puntos más polémicos del documento aprobado por Europa, el que mayor controversia ha levantado ha sido el de los activos por valor de 50.000 millones de euros
Se trata de la primera huelga de trabajadores públicos que sufrirá Syriza desde que entró en el Gobierno en febrero, y se lleva a cabo por las condiciones del acuerdo que obligan a Grecia a un recorte de pensiones, y un aumento de los impuestos directos e indirectos así como de las cotizaciones de la Seguridad Social, según informa Reuters.
En este clima de repulsa, Tsipras debe conseguir que el acuerdo alcanzado el lunes 13 de julio con los países europeos para que Grecia reciba su tercer rescate, de entre 82.000 y 87.000 millones de euros, se apruebe en al Parlamento griego antes del 15 de julio. Entre los puntos más polémicos del documento aprobado por Europa, el que mayor controversia ha levantado ha sido el de los activos por valor de 50.000 millones de euros que Grecia administrará -bajo tutela de Europa- y que deben surgir de un programa de privatizaciones.
Desde Griegos independientes, Kammenos, ha explicado que “no podemos aceptar un acuerdo que habla de garantías que incluyen propiedades públicas y que implica cambiar la ley para que se puedan confiscar casas”. Ante este panorama, Tsipras lo tiene muy difícil.
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