Estados Unidos se ha mostrado dispuesto a aceptar un impuesto mínimo de sociedades a nivel internacional "de al menos el 15%", en vez de una tasa universal del 21% como había planteado el inicialmente el Departamento del Tesoro de la Administración liderada por Joe Biden.
Así se ha hecho constar en las conversaciones mantenidas entre los funcionarios del área de Política Fiscal del Departamento del Tesoro de EEUU con representantes del grupo encargado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el G20 de analizar un marco para la fiscalidad internacional.
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Biden propone reforzar los recursos del IRS de EEUU para recaudar 700.000 millones"El Tesoro propuso que la tasa impositiva mínima global debería ser de al menos el 15%, subrayando que el 15% es un suelo y que las discusiones deben continuar siendo ambiciosas y elevar esa tasa", ha informado el Departamento encabezado por Janet Yellen.
No obstante, el Tesoro de EEUU ha expresado su convicción de que la arquitectura fiscal internacional debe estabilizarse y crear un campo de juego global justo en el que los países trabajen juntos para mantener las bases impositivas y garantizar que el sistema fiscal mundial sea equitativo y esté equipado para satisfacer las necesidades de la economía mundial del siglo XXI.
"Es imperativo trabajar de manera multilateral para poner fin a las presiones de la competencia del impuesto de sociedades y la erosión de la base del impuesto de sociedades", ha advertido.
En esta línea, la parte estadounidense ha reiterado que con un impuesto mínimo corporativo global establecido actualmente en la práctica en cero se ha producido una carrera a la baja en la fiscalidad empresarial, socavando la capacidad de Estados Unidos y otros países para recaudar los ingresos necesarios para llevar a cabo inversiones críticas.
De este modo, el Tesoro de EEUU ha defendido en las conversaciones que un impuesto mínimo de sociedades global garantizaría que la economía mundial prospere sobre la base de un campo de juego más nivelado en la tributación de las corporaciones multinacionales, y estimularía la innovación, el crecimiento y la prosperidad al tiempo que mejoraría la equidad.