Estados Unidos no puede lanzar las campanas al vuelo. Aunque es cierto que su economía resiste pese al endurecimiento monetario (hace unas semanas revisó al alza el crecimiento del PIB del primer trimestre hasta el 1,3%), las dos alzas adicionales de los tipos de interés anticipadas por la Reserva Federal (Fed) tras la pausa de junio hacen que los expertos extremen la prudencia. Pero no está todo perdido, ya que aún es posible lograr un aterrizaje suave.
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La Reserva Federal mantiene los tipos de interés, pero anticipa más subidas"Los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal ya no prevén una recesión. A pesar de su voluntad de ir más allá en materia de tipos, añadiendo dos subidas al infame gráfico de puntos, el FOMC también elevó esta semana su previsión de crecimiento del PIB para este año del 0,4% al 1,0%, junto con un aumento de la inflación subyacente PCE del 3,6% al 3,9%, y una disminución del desempleo del 4,5% al 4,1%", remarcan los analistas de Rabobank.
En su opinión, "la única forma de cuadrar la evolución de los precios con las medidas políticas es que el mercado esté de acuerdo, o al menos 'quiera' estarlo, con las previsiones de aterrizaje suave de los bancos centrales". Así, la pregunta clave es: ¿Cuáles son realmente las condiciones para lograr un aterrizaje suave?
Los estrategas del banco holandés dicen que sería necesario que EEUU consiguiese estas cuatro cosas:
1. Una desaceleración constante de la inflación, con todos los indicadores básicos, no sólo los fragmentados, en clara trayectoria hacia el 2%.
2. Un mercado laboral más equilibrado, con un descenso del número de vacantes, menos traslados de un empleo a otro, una recuperación plena de la participación y un periodo de crecimiento del empleo por debajo de la tendencia.
3. Un período de estabilidad de los tipos de interés oficiales, preferiblemente a un nivel que se considere, en general, ni demasiado flexible ni demasiado restrictivo (aunque reconocen que con esto están "pidiendo mucho").
4. Estabilidad en la participación de los beneficios, el trabajo y los impuestos en la renta, en torno a los niveles anteriores a la crisis para garantizar que, a pesar de todas las disputas que se están produciendo actualmente, la sociedad se ponga de acuerdo sobre el camino a seguir.
"Sería un verdadero logro", que lo consiguiera, comentan los expertos de Rabobank, y animan a revisar "dentro de un año" si EEUU ha podido hacerlo o no.
Desde Bank of America (BofA) creen que la primera economía mundial logrará resistir, a pesar de todo. "El contexto de riesgo ha mejorado y la oferta de mano de obra ha repuntado. Ambos factores contribuyen a la resistencia de la recuperación estadounidense", dicen en uno de sus últimos informe.
"Revisamos a favor de una desaceleración más tardía y moderada en 2024", añaden, y eso que esperan "otras dos subidas de tipos de 25 puntos básicos en julio y septiembre" por parte de la Reserva Federal.
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Por su parte, desde Nomura son tajantes: la recesión en EEUU comenzará en el tercer trimestre de 2023, como consecuencia del impacto atrasado del endurecimiento de la política monetaria. "A medida que disminuyan los factores de apoyo, incluido el exceso de ahorro, el impacto retardado del endurecimiento de la política monetaria y de las condiciones crediticias a través de la reducción de la oferta de préstamos bancarios podría llevar a la economía a una recesión en el segundo semestre", comentan sus analistas en un reciente informe.
"Prevemos tres trimestres de crecimiento negativo desde el tercer trimestre de 2023 hasta el primer trimestre de 2024, con pérdidas netas de empleo a partir del tercer trimestre de 2023 y una tasa de desempleo del 4,2% en el cuarto trimestre de 2023 y del 5,4% en el cuarto trimestre de 2024", explican, y añaden que esperan "una lenta recuperación a partir del segundo trimestre de 2024".
También creen que la desaceleración económica que prevén en el segundo semestre de 2023 "probablemente suavizará la inflación". De esta forma, auguran que la inflación subyacente del IPC "se desacelere hacia el objetivo del 2% interanual fijado por la Reserva Federal para finales de 2024".