El Departamento de Comercio estadounidense ha añadido 24 empresas chinas a la lista de entidades sujetas a restricciones por los riesgos de seguridad que representan por colaborar en las reivindicaciones soberanas de Pekín en el mar de China Meridional.
Entre las firmas damnificadas se encuentran varias filiales de la Compañía Construcción de Comunicaciones de China, que habrían colaborado a levantar y militarizar las islas artificiales que Pekín comenzó a construir en el año 2013 en aguas en disputa, lo que se entiende como una "provocación" a ojos de Washington.
Wilbur Ross, el secretario de Comercio norteamericano, ha estimado en un comunicado que las empresas han desempeñado un papel "significativo" en estos trabajos y, por tanto, "deben rendir cuentas". En esta línea, ha recordado que tanto Estados Unidos como varios países vecinos a China han condenado dichas actividades.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha resaltado en otra nota que la construcción de las islas ha contribuido a "desestabilizar la región, pisotear los derechos soberanos de sus vecinos y causar una devastación medioambiental incalculable".
Pompeo ha subrayado que Pekín no debería utilizar empresas públicas "como armas para imponer su agenda expansionista". "Estados Unidos actuará hasta que veamos que Pekín pone fin a las coacciones en el mar de China Meridional y seguiremos del lado de nuestros aliados mientras resisten esta actividad desestabilizadora", ha añadido.
El jefe de la diplomacia norteamericana también ha anunciado que la Administración de Donald Trump impondrá restricciones sobre visados a ciudadanos chinos que sean considerados "responsables" o "cómplices" de las actividades del gigante asiático en territorios en disputa. Las personas señaladas no podrán entrar en Estados Unidos, ni tampoco sus familiares directos.
