MADRID, 5 (EUROPA PRESS)

La tasa de inflación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) registró en abril una tasa interanual del 5,7%, una décima menos que en marzo e idéntica marca que en enero y febrero, lo que supone volver a la menor subida de precios desde octubre de 2021, según ha informado el 'think tank' de las economías avanzadas.

En el cuarto mes de 2024, los alimentos se encarecieron un 4,8%, por debajo de la subida del 4,9% de marzo, mientras que los precios de la energía repuntaron al 1,2% desde el 0,6% de marzo, cuando se adentraron en terreno positivo por primera vez desde abril de 2023. De este modo, la inflación subyacente de la OCDE se redujo dos décimas, hasta el 6,2%.

La inflación general bajó en 24 de los 38 Estados miembro de la organización multilateral, mientras que en el resto de países el coste de la vida subió. Los mayores descensos mensuales se registraron en Estonia, Reino Unido, Islandia, Luxemburgo, Austria y Eslovenia. Además, la inflación estuvo por debajo del 2% en siete países, igual que en marzo.

La inflación interanual dentro del G7 disminuyó "ligeramente", hasta el 2,9% de abril, tras retornar a niveles de enero y febrero de 2024. Las mayores caídas de la inflación general se registraron en Italia y en el Reino Unido, donde en abril se recortó el tope normativo a la factura energética de los hogares. En ambos países, los precios de la energía bajaron más de un 10% interanual.

Después, la inflación disminuyó de forma más contenida en Canadá y Japón, al tiempo que se mantuvo estable en Francia, Alemania y Estados Unidos.

La variable subyacente entre las principales economías industrializadas bajó al 3,3% en abril, dos décimas menos, y se quedó en su nivel más bajo desde octubre de 2021. Los alimentos permanecieron "prácticamente estables", mientras que la energía aumentó "ligeramente".

En la zona euro, la inflación medida por el Índice Armonizado de Precios de Consumo (HICP, por sus siglas en inglés) no se movió en abril y siguió en el 2,4%. Los aumentos de la inflación de los alimentos y la energía se vieron compensados por un descenso de la inflación subyacente, que lleva nueve meses consecutivos disminuyendo.

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