La Cámara de Comercio recorta su previsión de crecimiento para la economía española

La Cámara rebaja sus pronósticos respecto a los realizados en junio para este año, augurando un peor comportamiento del consumo privado y del sector exterior, tanto en materia de exportaciones como en importaciones.

La revisión a la baja de sus previsiones se suma a la realizada por el Gobierno para 2018 (del 2,6% al 2,3%) por la crisis en Cataluña y la falta de Presupuestos, así como a las advertencias realizadas por el Banco de España (estima un impacto de entre el 0,3% y el 2,5% en el PIB entre 2017 y 2019 por la crisis catalana) y por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que prevé que la crisis en Cataluña restará al PIB entre un 0,4% y un 1,2%.

Según la Cámara de Comercio de España, las peores perspectivas del sector exterior, debido a la desaceleración del crecimiento del comercio mundial, y una menor intensidad de la inversión, tanto en bienes de equipo como en construcción, explican la revisión a la baja del año 2018, que pasa del 2,8% al 2,4%.

Ante este panorama de mayor "atonía" de la actividad económica, considera que se hace todavía más necesario alcanzar "cuanto antes" la estabilidad en Cataluña para detener los efectos adversos que el proceso independentista está provocando ya en la economía catalana, con "efectos paulatinos sobre el conjunto nacional". De no suceder así, las previsiones para el próximo ejercicio podrían verse sujetas a nuevas revisiones a la baja, señala el organismo presidido por José Luis Bonet.

MENOS EXPORTACIONES E INVERSIÓN

Sus previsiones apuntan a que las exportaciones de bienes y servicios experimentarán en 2018 un crecimiento interanual de un 4%, frente al 6% estimado anteriormente, si bien a un ritmo de avance superior al incremento del comercio a escala global del 3,2%, previsto por la Organización Mundial de Comercio.

Por su parte, el incremento de las importaciones también será menor de lo esperado, un 3% frente al 5,5% pronosticado hace unos meses, en sintonía con la esperada moderación de la inversión y el consumo respecto al actual ejercicio. No obstante, se mantiene el saldo positivo por cuenta corriente de la economía española, en el entorno del 1,6% del PIB.

La ralentización también tendrá un impacto sobre las inversiones que sufrirán una contracción de cuatro décimas comparando las previsiones de noviembre y junio, un 3,6% frente al 4% anterior. La inversión en bienes de equipo, barómetro del dinamismo de la actividad empresarial, pasa del 5,6% al 5,3%.

Respecto al empleo, augura que la creación de puestos de trabajo crezca un 2,8% este año y modere su avance al 2,2% el próximo año, de forma que la tasa de paro se reducirá al 17,1% y al 15,2%, respectivamente. De este modo, destaca que "se mantiene la positiva dinámica de traslación del crecimiento de la actividad productiva al mercado de trabajo".