El Tesoro Público ha captado este jueves 4.497,11 millones de euros en una nueva subasta de bonos y obligaciones, por debajo del rango medio previsto, sin grandes variaciones en los costes, ya que ha mantenido las tasas negativas en los bonos a tres años pero ha elevado la rentabilidad de la deuda a 10 años.
En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad se había marcado un objetivo de entre 4.000 y 5.500 millones de euros, por lo que el importe adjudicado se ha situado por debajo del rango medio previsto.
La demanda ha alcanzado los 10.479,77 millones de euros, lo que supone 2,3 veces lo finalmente adjudicado, por lo que los inversores siguen confiando en la deuda española en un momento en el que la prima de riesgo se mantiene en el entorno de los 71 puntos básicos.
La institución ha colocado 690 millones en títulos ligados a la inflación, frente a una demanda de 1.845 millones. El tipo de interés marginal de los bonos a 5 años indexados a la inflación ha sido del -1,551%, más negativo que el -1,166% de referencia de la subasta del pasado 7 de diciembre.
Además, ha captado otros 1.390 millones en bonos a tres años, frente a una demanda de 3.698,02 millones de euros, y ha ofrecido un interés marginal del -0,138%, menos negativo que el -0,219% de referencia del pasado 5 de abril.
Igualmente, ha colocado 1.317,11 millones de euros en obligaciones a 10 años, frente a una demanda de 2.642,11 millones de euros. En esta emisión también ha elevado el tipo de interés hasta situarlo en el 1,295%, frente al 1,255% de referencia de la puja del pasado 19 de abril.
Por último, ha colocado otros 1.100 millones de euros en obligaciones a 50 años, frente a una demanda de 2.294,64 millones de euros, con una rentabilidad marginal del 2,674%, por debajo del 3,195% de referencia de la subasta celebrada el 16 de noviembre del año pasado.
La última vez que el Tesoro ofreció deuda a largo plazo fue el pasado 19 de abril, cuando colocó 4.568 millones de euros en bonos y obligaciones, en el rango medio previsto, y ofreció a los inversores un tipo de interés más bajo en los bonos a 5 años y las obligaciones a 15 años, mientras que elevó la rentabilidad en la referencia a 10 años.
Con la celebración de la subasta de este jueves, el Tesoro arranca el calendario del mes de mayo, que se sucederá con otra operación el martes 8 de mayo de letras a 6 y 12 meses; una de bonos y obligaciones el jueves 17 y una última de letras a 3 y 9 meses el martes 22 de mayo.
"A pesar de este coste de la deuda tan bajo, es absolutamente esencial que los poderes públicos no interioricen esta situación y que no la consideren eterna. Somos conscientes de que esto se trata de algo excepcional y que ni mucho menos se trata de un "nuevo paradigma" que ha llegado para quedarse", apunta Rodrigo García, analista de XTB. Por eso, señalan que no tendría ningún sentido que el Tesoro aprovechase estos niveles de interés tan bajos para endeudarse todavía más, "puesto que esto sería altamente perjudicial para la Nación".
"La historia nos dice claramente que un Estado endeudado es un lastre para la economía, máxime en tiempos de crisis", explica García. Por tanto, considera que en el entorno actual, es más adecuado aprovechar la alta recaudación impositiva existente para reducir el déficit y por ende, bajar el ratio de deuda/PIB, "en lugar de aprovecharse de las bajas tasas de intereses para seguir endeudándose y engordando unas cuentas públicas, que más pronto que tarde tendrán que ser objeto de recorte".