MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
La confianza del consumidor cayó 3,7 puntos en agosto en relación al mes anterior, hasta situarse en 102,4 puntos, según los datos publicados este lunes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Este retroceso de la confianza del consumidor en el octavo mes del año se debe al descenso de 2,4 puntos en la valoración de la situación actual y, especialmente, a la caída de 4,9 puntos en las expectativas.
De este modo, la confianza de los consumidores ha vuelto a superar en agosto los 100 puntos por tercer mes consecutivo, tras llevar cuatro meses por debajo de esta cifra (febrero, marzo, abril y mayo).
Así, la percepción de los consumidores se considera positiva, ya que cuando está por debajo de los 100 puntos se entiende como negativa.
Dentro de los dos indicadores que componen el índice de la confianza del consumidor, el de situación actual registró un descenso de 2,4 puntos, hasta 99,3 puntos, mientras que el indicador de expectativas cayó 4,9 puntos en agosto, hasta los 105,6 puntos.
El retroceso de las expectativas de los ciudadanos es resultado de un descenso de 6,3 puntos en la valoración sobre la evolución futura de la economía y de la caída de 7,1 puntos de las expectativas sobre el empleo y de 1,2 puntos en la valoración sobre la situación futura de los hogares.
Por su parte, el indicador de situación actual cayó 2,4 puntos en el octavo mes del año, situándose en 99,3 puntos, como consecuencia del comportamiento negativo de sus tres componentes.
Así, según el CIS, la valoración de la evolución general de la economía retrocedió 1,2 puntos, mientras que la evolución del mercado de trabajo experimentó una caída de 3,6 puntos en su valoración. También registró un descenso negativo la situación de los hogares, que cayó 2,5 puntos.
Comparando los datos de agosto de este año con los del mismo mes de 2017, la confianza del consumidor pierde 6,4 puntos, tras caer el índice de la valoración de la situación actual 6,1 puntos y 6,6 puntos el de las expectativas.
El ICC recoge mensualmente la valoración de la evolución reciente y las expectativas de los consumidores españoles relacionadas con la economía familiar y el empleo, con el objetivo de anticipar sus decisiones de consumo. El indicador recoge valores de entre 0 y 200, considerándose que por encima de 100 la percepción es positiva y por debajo, negativa.