MADRID, 24 (EUROPA PRESS)

La tasa de actividad emprendedora (TEA), que mide las iniciativas con menos de 3,5 años de vida, ha aumentado desde el 5,2% en 2016 a un 6,4% en la actualidad, acercándose a niveles precrisis (7,6% en 2007), según datos del 'Informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) España 2018-19' presentado por el Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE), la Asociación RED GEM España, la Fundación Rafael del Pino, la Empresa Nacional de Innovación (Enisa) y Banco Santander.

No obstante, la tasa española sigue estando por debajo del promedio europeo (8,7%), aunque supera a la de países como Italia (4,2%) y Alemania (5%).

De acuerdo con este estudio, elaborado a partir de 23.100 encuestas a ciudadanos de entre 18 y 64 años y de entrevistas a expertos nacionales, la participación masculina en la puesta en marcha de negocios es relativamente mayor que la femenina (53,1% frente 46,9%), aunque la brecha de género a la hora de emprender ha disminuido por sexto año consecutivo.

Así, en la actualidad nueve mujeres se lanzan a montar un negocio por cada diez hombres españoles, cifra que supera la media europea, donde sólo se cuentan seis mujeres por cada diez hombres emprendedores.

El estudio revela también una leve mejora en la calidad de la actividad emprendedora, ya que ha aumentado el porcentaje de nuevas empresas en el sector de la industria y transformación (del 17% al 19%) y la orientación exportadora (de un 25% a un 30%).

El grado de innovación (cuando una iniciativa emprendedora ofrece un producto o servicio nuevo al mercado) se mantiene en torno al 13%, según el estudio.

AUMENTAN LAS EXPECTATIVAS DE CREACIÓN DE EMPLEO

El informe pone también de manifiesto un repunte de las expectativas de generación de empleo entre los emprendedores. Así, cerca de la mitad de ellos (el 48,9%) tiene previsto crear algún puesto de trabajo en los próximos cinco años. No obstante, todas las cifras relacionadas con la calidad e impacto de la actividad emprendedora en España continúan estando por debajo de los promedios de la Unión Europea.

Respecto a las motivaciones a la hora de crear un negocio, el 70,7% de los encuestados se lanzan a emprender porque detectan oportunidades en el mercado, mientras que al 22,6% los impulsa la falta de alternativas, porcentaje que antes de la crisis era del 15%.

Por su lado, la tasa de negocios establecidos (con más de 3,5 años en el mercado) ha disminuido un punto, hasta el 6%, con lo que España se encuentra por debajo de la media de los países con su mismo nivel de desarrollo (7,4%) debido la baja actividad en los años de crisis.

Asimismo, el porcentaje de abandono de negocios se ha reducido hasta el 1,7%, frente al 1,9% de 2017, lo que, según el informe, supone una mejora en la sostenibilidad de los nuevos negocios y un dato positivo frente a los países europeos, que presentan una tasa media de abandono del 2,8%.

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