PARÍS, 6 (EUROPA PRESS)
España ha sido el segundo país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) donde más ha descendido el salario mínimo en comparación con el salario medio durante la reciente crisis económica, según recoge un informe del organismo.
La agencia señala que en los últimos años muchos países de la OCDE han ajustado los salarios mínimos en un contexto de un elevado y cada vez más persistente desempleo, de unos salarios estancados o en descenso y, con frecuencia, de una caída de los ingresos en las familias más pobres.
En concreto, el país donde más descendió el salario mínimo respecto al salario medio entre 2007 y 2013 fue Irlanda, donde bajó desde un 53,1% a un 47,9%, seguido de España, desde el 43,9% al 41,3%, y Turquía, desde el 71,5% al 69,4%.
Sin embargo, añade que durante estos años algunos países también han evitado o reducido las pérdidas salariales para los trabajadores peor pagados. De hecho, los países donde más se ha reducido la brecha entre el salario mínimo y el medio han sido Letonia, Eslovenia y Polonia, con una subida de más de diez puntos porcentuales.
El informe de la OCDE subraya la necesidad de que los Gobiernos coordinen los salarios mínimos con otras políticas, como los impuestos y los beneficios, y los ajusten de forma regular en función de la evolución de la economía y el mercado laboral.
Asimismo, incide en la amplia diferencia que existe entre los 26 miembros de la OCDE que tenían establecido un salario mínimo en 2013, ya que equivalía a menos del 40% del medio en República Checa (36,4%), México (36,8%), Estados Unidos (37,4%), Estonia (38,8%) y Japón (39%). A continuación se situaban España (41,3%) y Luxemburgo (41,4%).
Por el contrario, superaban la barrera del 60% en Eslovenia (61,2%), Francia (62,8%), Chile (67,8%) y Turquía (69,4%). "Esto se traduce en un sueldo neto de menos de tres dólares por hora en México, Letonia, Chile, Estonia, Hungría y la República Checa y de más de nueve dólares en Luxemburgo y Australia", remarca.
El documento también analiza los ingresos familiares que aporta un trabajo con salario mínimo una vez descontados los impuestos y concluye que, de nuevo, existen "enormes" diferencias entre países e incluso en algunos de ellos los ingresos de los perceptores de salario mínimo a tiempo completo pueden estar "muy por debajo" del umbral de la pobreza.
Por ejemplo, un empleo a media jornada con salario mínimo en Australia, Irlanda y Reino Unido puede ser suficiente para sacar de la pobreza a una familia con dos hijos. Por el contrario, en la mayoría de los países un único trabajo con salario mínimo en la unidad familiar es insuficiente y requiere que los dos progenitores trabajen para que sus hijos no crezcan en la pobreza.
Asimismo, añade que en República Checa, Estonia, Grecia, Corea y España las horas de trabajo necesarias para escapar de la pobreza con un salario mínimo "no son realistas" para familias monoparentales, que necesitarían otros ingresos o un salario mayor para salir de la pobreza.