La economía de la zona euro superó las expectativas en marzo al indicar una expansión mucho mayor que la prevista, principalmente gracias a un aumento récord de la producción manufacturera. De esta manera, la actividad vuelve a indicar crecimiento por primera vez en seis meses.
Así lo indica el índice PMI, elaborado por la consultora Markit y publicado este miércoles. Aumentó de 48,8 registrado en febrero a 52,5 en marzo. Al elevarse por encima de 50, la última lectura indicó el primer aumento de la actividad total desde septiembre de 2020. Esta expansión ha sido la más intensa registrada desde julio del año pasado y la segunda más marcada en los últimos veintiocho meses.
La actividad empresarial total de la zona euro regresó al territorio de crecimiento en marzo, impulsada por un aumento récord en la historia del estudio de la producción manufacturera a medida que la demanda mundial siguió recuperándose de la pandemia. El sector servicios volvió a verse afectado por las restricciones relacionadas con el virus, aunque aún en este sector el declive fue el más débil desde agosto de 2020.
La contratación de personal se repuso a la vez que las firmas reforzaron su capacidad en respuesta a unas carteras de pedidos más completas y a un mayor optimismo respecto de los próximos doce meses. Sin embargo, las perspectivas fueron afectadas por la preocupación por el creciente número de infectados con el virus.
En marzo también se ha observado que los costes de las empresas han aumentado al ritmo más rápido de la última década, impulsando los precios cobrados por los productos y servicios al alza durante el mes. Los precios de los productos aumentaron con especial intensidad y registraron el mayor incremento en casi diez años, vinculado en muchos casos al aumento de precios de los proveedores en medio de demoras récord en las cadenas de suministro a medida que la escasez de oferta ha empeorado.
TENDENCIAS DIVERGENTES
Los dos grandes sectores estudiados indicaron tendencias divergentes. Mientras que el crecimiento de la producción manufacturera se aceleró intensamente hasta su máxima desde que comenzó a disponerse de datos, en 1997, el sector servicios siguió limitado por la pandemia de la enfermedad por el coronavirus, y las restricciones de distanciamiento social produjeron la séptima caída mensual consecutiva de la actividad comercial.
De todos modos, la tasa de contracción en el sector servicios se moderó hasta la más lenta observada en este período, gracias a la derivación de los beneficios de un sólido crecimiento en el sector manufacturero, una modesta relajación de las medidas para intentar contener la propagación del virus y perspectivas alentadoras para los próximos doce meses. El repunte manufacturero fue encabezado por un marcado aumento de la producción industrial en Alemania, acompañado por el crecimiento de la producción más acelerado desde enero de 2018 tanto en Francia como en el resto de la región en su conjunto.
Alemania también destacó en cuanto a los resultados del sector servicios, que registró la primera expansión (aunque modesta) de la actividad en seis meses, mientras que Francia y el resto de la zona euro meramente indicaron una moderación de los ritmos de contracción.
Al analizar el crecimiento conjunto de los dos sectores, la recuperación alemana resultante fue la más robusta en poco más de tres años (el índice PMI Compuesto aumentó de 51,1 a 56,8), contrastando con un declive en Francia por séptimo mes consecutivo (aunque su índice de 49,5 refleja un aumento frente a 47 registrado en febrero). En el resto de la región se observó un modesto retorno al crecimiento por primera vez desde julio de 2020 (el índice Compuesto arrojó 50,6, frente a 48,2 registrado en febrero).
Los niveles de nuevos pedidos recibidos volvieron al crecimiento en la zona euro en su conjunto, aumentando al mayor ritmo registrado desde julio del año pasado. Los pedidos para exportaciones aumentaron a un ritmo especialmente intenso, que pocas veces fue superado en la historia del estudio, principalmente debido a un incremento sin precedentes en el sector manufacturero, que también en este caso fue impulsado por un alza récord en Alemania.
El crecimiento de las carteras de pedidos generó el primer aumento de los pedidos por completar en veintiocho meses. Los pedidos pendientes crecieron con especial intensidad en Alemania. Las empresas respondieron a la acumulación de pedidos sin completar con un segundo mes consecutivo de contratación neta, por lo que el empleo creció al ritmo más intenso desde noviembre de 2019. En el sector manufacturero, las plantillas aumentaron a un ritmo no observado desde agosto de 2018 mientras que se registró un ritmo mucho más modesto de creación de empleo en el sector servicios, aunque aún en este último el aumento fue el más intenso desde el principio de la pandemia.
Francia registró el mayor ritmo de creación de empleo puesto que las plantillas aumentaron al ritmo más marcado desde octubre de 2018, mientras que Alemania indicó el mayor aumento de las plantillas desde junio de 2019. Mientras tanto, el recorte de empleo en el resto de la región se atenuó hasta su mínima desde el comienzo de la pandemia. La creación de empleo también fue respaldada por las expectativas de actividad empresarial para los próximos doce meses, que permanecieron elevadas, aunque el optimismo se redujo ligeramente frente a la máxima de tres años registrada en febrero, debido en parte a la preocupación por una tercera ola de infecciones del virus.
AUMENTO DE PRECIOS
El regreso al crecimiento se vio acompañado de un nuevo incremento de las presiones de los precios. Los precios medios cobrados por los productos y servicios aumentaron a un ritmo nunca observado desde enero de 2019; los precios de los productos aumentaron a un ritmo particularmente intenso, registrando el alza más marcada en casi una década. Los precios aumentaron mucho más modestamente en el sector servicios, aunque el incremento destaca por ser el primero desde el inicio de la pandemia.
El aumento de los precios cobrados a menudo reflejó un alza de los costes. Los precios medios de compra conjuntos del sector manufacturero y servicios aumentaron en marzo al ritmo más intenso de la última década. La inflación de los precios de venta del sector industrial alcanzó su máxima desde marzo de 2011, a menudo vinculada a la escasez de oferta. Los plazos de espera de los proveedores en marzo se alargaron a la mayor tasa de los veintitrés años de historia del estudio. No obstante los costes soportados por el sector servicios también aumentaron intensamente, subiendo al ritmo más rápido desde febrero de 2020. Se observaron costes más elevados en todos los países y Alemania registró el mayor incremento.
Desde Markit comentan que "el sector servicios sigue siendo el punto débil de la economía, pero incluso en este sector en marzo se moderó el ritmo de declive gracias a que las empresas se beneficiaron del repunte del sector manufacturero, a que los clientes se han adaptado a la vida durante una pandemia y a que las perspectivas siguieron relativamente optimistas".
Sin embargo, añaden que "las perspectivas se ha deteriorado en medio de crecientes números de casos nuevos del Covid-19 y nuevas medidas de confinamiento. Por lo tanto la naturaleza de dos velocidades de la economía probablemente persistirá algún tiempo más, mientras los fabricantes se benefician de una recuperación en la demanda global pero las empresas de servicios de cara al público continúan limitadas por las restricciones del distanciamiento social". Mientras tanto, consideran que "el repunte de la demanda de productos elaborados está apremiando a las cadenas de suministro a una escala sin precedentes, lo que a su vez impulsa los costes al alza al ritmo más rápido de la última década. Estas presiones de los costes probablemente se traducirán en una mayor inflación del precio al consumidor en los próximos meses".