La economía británica creció en octubre a su ritmo anual más lento en casi siete años, ofreciendo un débil telón de fondo para las elecciones de este jueves.
La proximidad de la fecha límite del Brexit y la desaceleración de la economía mundial golpearon a las fábricas y a la industria de la construcción británica durante el mes, según los datos oficiales publicados este martes.
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El producto interior bruto (PIB) aumentó un 0,7% en comparación con octubre de 2018, el crecimiento más débil desde marzo de 2012, cuando Gran Bretaña todavía intentaba librarse de los efectos de la crisis financiera mundial.
En los tres meses hasta octubre, el crecimiento se estancó en comparación con el anterior trimestre, en línea con lo esperado por el consenso.
La economía tampoco mostró ningún cambio en términos mensuales, lo que estuvo por debajo que el pronóstico medio de un crecimiento del 0,1%.
La economía británica evitó caer en una recesión durante el verano, cuando creció un 0,3% en los tres meses anteriores a septiembre. Sin embargo, ha mostrado signos de desaceleración desde entonces al acercarse la fecha límite del 31 de octubre para salir de la UE, fecha que posteriormente se amplió.
Asimismo, la mayor incertidumbre sobre el resultado de las elecciones del 12 de diciembre probablemente haya causado más cautela entre las empresas.
"El colapso en la construcción fue totalmente el responsable del bajo nivel de PIB de octubre. La Oficina Nacional de Estadística señaló, sin embargo, que el deterioro en infraestructuras reflejó que varias grandes empresas cambiaron el calendario de algunos de sus trabajos de julio a octubre. Los niveles inusualmente altos de precipitaciones en octubre también obstaculizaron el trabajo de construcción en algunos sitios. Si bien el PMI de construcción sugiere que el sector está en recesión, la producción debería recuperarse en noviembre, antes de volver a una tendencia descendente gradual", explican los analistas de Pantheon Economics.
