El Producto Interior Bruto (PIB) de Reino Unido creció un 0,8% en el primer trimestre de 2022, moderándose desde el crecimiento del 1,3% de los tres meses previos, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística británica (ONS).
En términos mensuales, en marzo, la economía de Reino Unido registró una contracción del 0,1% respecto a febrero, cuando el PIB se estancó.
Estos datos se deben a la caída de la actividad registrada en el tercer mes del año en el sector servicios y manufacturero, del 0,2%. Por su parte, la construcción se expandió un 1,7%.
"La economía de Reino Unido ahora se ha recuperado a su nivel previo a la pandemia, pero el impulso parece estar disminuyendo y las fuerzas recesivas se están acumulando", señalan los analistas de AJ Bell. Destacan que el gasto de los hogares siguió siendo positivo en el primer trimestre, "pero esa fue realmente la calma antes de la tormenta, ya que los precios de la energía y los impuestos más altos entraron en vigor a partir de abril".
Además de eso, la economía británica también tiene que lidiar con el aumento de los tipos de interés, "lo que servirá para frenar aún más la actividad. Por lo tanto, el riesgo de recesión es elevado y, aunque todavía se espera un crecimiento este año, parece que 2023 será económicamente más desafiante", añaden.
Los datos de hoy "son tanto una victoria como una preocupación", dicen en Naismiths. "Sin embargo, el sentimiento sigue siendo en gran medida positivo. Habiendo demostrado una resiliencia increíble en la forma en que lidió con la pandemia y luego con los problemas de suministro posteriores, la construcción se está adaptando bien a este último desafío".
