La economía de la zona euro se ralentizó en marzo, debido al impacto de la guerra en Ucrania, que ha provocado una desaceleración de la actividad y ha disparado el riesgo de que la eurozona y su economía comience a deteriorarse en el segundo trimestre, con un mejor crecimiento y una mayor inflación, según el índice PMI.
En marzo, el PMI Compuesto de la Actividad Total de la zona euro cayó desde 55,5 registrado en febrero a 54,5 en marzo, lo que supone su peor lectura en dos meses. En concreto, en el caso del sector manufacturero, el PMI adelantado ha caído hasta los 57 puntos desde los 58,2 de febrero, su peor lectura en 14 meses, mientras que en el sector servicios, el PMI se ha situado en 54,8 en marzo, frente a los 55,5 de febrero, su resultado más débil en dos meses.
Tanto los índices compuestos de precios de insumos como de productos se ubicaron en su nivel más alto en la historia de la encuesta. El índice de precios de producción saltó a 65,7 desde 62,3, lo que sugiere que la inflación, que ya alcanzó un récord de 5,8% en febrero, tiene que subir aún más.
Por su parte, la demanda fue resistente y con más restricciones relacionadas con la pandemia, las empresas aumentaron el número de empleados a un ritmo más rápido. El índice de empleo de servicios subió a 54,8 desde 53,6.
La alta inflación y las preocupaciones sobre la invasión de Ucrania por parte de Rusia hicieron mella en el optimismo. El índice de producción futura de la fábrica se desplomó a 53,8 desde 68,5, su lectura más baja desde mayo de 2020, poco después de que comenzara la pandemia del Covid-19.
Desde S&P señalan que "los datos de la encuesta subrayan cómo la guerra entre Rusia y Ucrania está teniendo un impacto material e inmediato en la economía de la zona euro, y destaca el riesgo de que la zona euro caiga en declive en el segundo trimestre".
"La guerra ha agravado las presiones de precios relacionadas con la pandemia y las limitaciones de la cadena de suministro existentes". "Las empresas se están preparando para un crecimiento económico más débil, con expectativas de que la producción futura se derrumbe en marzo a medida que las empresas se preocupan cada vez más por el impacto de la guerra en una economía que todavía está luchando por recuperarse de la pandemia", añaden.