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Bróker preocupado.

Julius Baer considera que, en general, las posibilidades de una recuperación económica rápida tras la crisis del Covid-19 son elevadas, y apuesta por una salida de esta situación en forma de 'V'. Esto será así siempre y cuando el tratamiento médico y el desarrollo de una vacuna progresen bien, y a medida que los planes de confinamiento se vayan haciendo menos estrictos.

Sin embargo, la recuperación no será igual en todas las zonas. La salida en forma de 'V' es más evidente en China... e incluso en Estados Unidos, pero resulta más dudosa en Europa. Julius Baer cree que la economía china volverá a los niveles de antes de la pandemia a finales de este año. Sin embargo, en el caso de la europea, no prevé que esto ocurra hasta el cuarto trimestre de 2022. El término medio estaría en la estadounidense, para la que estima que recuperará los niveles anteriores a esta situación en el tercer trimestre de 2021.

"La eurozona puede confiar menos en el crecimiento estructural. Esto, junto a las muy estrictas medidas de confinamiento en varios países, dará lugar a una caída más profunda y una recuperación que no llegará hasta el cuarto trimestre de 2022", anticipa David Kohl, economista jefe de Julius Baer en Alemania. Sin embargo, Kohl reconoce que, dados los sistemas de seguridad social bien desarrollados y las medidas de apoyo de los Gobiernos, también habrá una recuperación en Europa, aunque más tardía. "Hay que admitir que el hecho de que necesite más tiempo para la recuperación hace más difícil asociar el curso de la actividad económica de la eurozona durante la crisis del coronavirus con una recuperación en V", asume.

Julius Baer explica que su confianza en una pauta en forma de 'V' es mayor en el caso de los países en los que las medidas de contención se adoptaron tempranamente y ahora son menos estrictas. Además, la capacidad de absorber el impacto negativo en las condiciones financieras y de compensar la pérdida de ingresos, los despidos... desempeña un papel importante. "La mayor capacidad de crecimiento estructural supone un viento de cola que ayudará a algunas economías a recuperarse más rápidamente que otras", precisa.

En este sentido, desde la firma subrayan que China y otras economías asiáticas, como Taiwán y Corea del Sur, aplicaron medidas de contención tempranas, y recalcan que el gigante asiático se ha beneficiado de "una gobernanza económica estricta y un gran impulso del crecimiento estructural". Por ello, prevén que China encabezará la recuperación, seguida de todos los demás.

Algunos datos macro en China ya empiezan a dar muestras de esa mejora, como el PMI manufacturas, aunque el PIB del primer trimestre registró una caída histórica del 6,8% en el primer trimestre. En cuanto a Estados Unidos, Morgan Stanley también sostiene en un informe reciente que no reabrirá por completo su economía hasta finales de 2021, así que no se puede hablar de una vuelta a los niveles previos a la crisis al menos hasta esa fecha. El banco estadounidense avisa de que "el camino para reabrir la economía (en EEUU) va a ser largo. Requerirá encender y apagar varias formas de distanciamiento social y sólo terminará cuando las vacunas estén disponibles, algo que ocurrirá como muy pronto en la primavera de 2021".

El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, reconoció hace unas semanas que la economía mundial va a entrar en recesión, pero que la economía europea lo hará aún con más intensidad. "La caída definitiva del producto interior bruto (PIB) va a depender de la duración del confinamiento. Los cálculos de los organismos internacionales reducen la economía entre dos y tres puntos por cada mes de confinamiento. Así, en un mes y medio sería del entorno del 5%. Tres meses, el doble", calcula.

La pandemia se ha cebado especialmente con varios países europeos, entre los que destacan España e Italia, donde las medidas de confinamiento han sido muy estrictas. Los expertos reconocen que las recesiones serán muy severas en ambos y esto, inevitablemente, arrastrará a toda Europa.

La eurozona sigue buscando medidas económicas conjuntas para afrontar esta situación, pero, aunque se haya llegado a algunos acuerdos, no se ha logrado un consenso respecto a los eurobonos, una herramienta por la que apuestan tanto España como Italia, pero a la que se oponen otros, como Alemania. Hay quien dice que esta crisis puede poner en riesgo el futuro de la eurozona, especialmente si se falla en uno de sus principios básicos, como es la solidaridad entre países. En este sentido, el veredicto del Tribunal Constitucional Alemán sobre el programa de compra de deuda pública lanzado por el BCE en 2015 (PSPP por sus siglas en inglés), conocido este martes, es una muestra más de que algo falla en la Unión Europea, por mucho que la sentencia haya dejado expresamente al margen "a las medidas de asistencia financiera adoptadas por la UE y el BCE en el contexto de la crisis del coronavirus".

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