La economía alemana parece mantenerse sólida. En el tercer trimestre, el Producto Interior Bruto (PIB) aumentó un 0,4% en comparación con el trimestre anterior, según los datos de la Oficina Federal de Estadística (Destatis). Es una décima más de lo estimado y supone un dato superior al crecimiento del 0,1% del trimestre previo.
A pesar de las difíciles condiciones económicas mundiales con la actual pandemia del coronavirus, los cuellos de botella en el suministro, el aumento de los precios y la guerra en Ucrania, la producción económica aumentó como en los dos primeros trimestres del año (+0,8% y +0,1%).
La producción económica en el tercer trimestre de 2022 fue impulsada principalmente por el gasto de los consumidores privados, a pesar de los fuertes aumentos de precios continuos y la expansión de la crisis energética.
En comparación interanual, el crecimiento del PIB en el tercer trimestre fue del 1,2% en términos reales y del 1,3% en términos de precios y calendario.
"La economía alemana desafió la crisis energética en el tercer trimestre, registrando un crecimiento decente", destacan los analistas de Pantheon Macroeconomics. Mirando hacia el futuro, creen que las señales de estabilización en las encuestas, consistentes con la reciente caída en los precios de la gasolina, "son buenas noticias".
"Será interesante ver si estos brotes verdes sobreviven a una ola de frío, que parece estar en las cartas a principios de diciembre. Lo dudamos. En términos más generales, los datos siguen siendo consistentes con la entrada de la economía en una recesión técnica, que sigue siendo nuestra base para el cuarto y primer trimestre", añaden.
