MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos saliente, Janet Yellen, considera que la respuesta fiscal desplegada por la administración del presidente Joe Biden ante los desafíos planteados por la pandemia y la crisis energética permitió que la economía haya tenido un desempeño "notablemente bueno", así como reducir la inflación antes que en otros países avanzados y evitar la pérdida de millones de puestos de trabajo.
En unas declaraciones preparadas para este miércoles, en lo que probablemente será el último gran discurso de Yellen como responsable del Tesoro estadounidense, la economista ha destacado el "desempeño superior" de EE.UU. respecto de otras economías avanzadas y en comparación con recesiones pasadas y también con lo que pronosticaron los economistas.
"Todas las opciones de política implican compensaciones, pero la administración Biden tomó decisiones acertadas que pusieron a la economía en un rumbo sólido", ha afirmado.
En este sentido, si bien todas las economías avanzadas experimentaron un aumento significativo de la inflación, en EE.UU. esta se moderó antes que en otras economías del G7 al tiempo que el país disfrutó de un fuerte crecimiento, gracias en gran medida al sólido crecimiento de la productividad estadounidense, que superó con creces las ganancias de productividad en otras economías del G7.
Asimismo, ha destacado que EE.UU. logró rápidamente y posteriormente mantuvo un mercado laboral excepcionalmente fuerte con notables ganancias salariales reales.
Con respecto a la inflación, Yellen sostiene que, mientras que es cierto que los precios de muchos bienes se dispararon tras la pandemia de COVID-19, a medida que las interrupciones de la oferta se aliviaron y las perturbaciones del mercado laboral disminuyeron, el ritmo de la inflación se enfrió drásticamente.
En cuanto al mercado laboral, considera que el apoyo desplegado compensó sustancialmente las brechas de ingresos que enfrentaban millones de personas que habían quedado desempleadas o habían abandonado la fuerza laboral a fines de 2020, lo que evitó dificultades significativas y respaldó la demanda, ayudando a los estadounidenses volver al trabajo rápidamente.
De tal modo, considera que una respuesta fiscal alternativa, que apuntara únicamente a prevenir el aumento de precios pospandemia sin considerar las consecuencias para el desempleo, tendría que haber sido mucho más estricta y probablemente habría requerido de una política fiscal contractiva para compensar el impacto inflacionario de la contracción de la oferta inducida por la pandemia.
"Una política de ese tipo habría negado la ayuda crítica a los hogares y las empresas y probablemente habría llevado a una producción y un empleo mucho más bajos", advierte Yellen, añadiendo que eso podría haber significado "millones de personas más sin trabajo", hogares sin los ingresos para cumplir con sus obligaciones financieras y un gasto de consumo mediocre.
En tal caso, recuerda que, según estimaciones de modelos representativos, la tasa de desempleo habría tenido que aumentar entre el 10% y el 14% para mantener la inflación en el 2% durante los años 2021 y 2022 y eso habría significado entre 9 y 15 millones de personas más sin trabajo.