- Todas las regiones mejoraron su posición fiscal respecto a 2015, pero Cataluña, Extremadura, Murcia y Valencia incumplieron el objetivo de déficit
Las regiones españoles concluyeron 2016 con un déficit agregado del 0,82% del PIB, frente al 1,74% del año anterior, lo que resulta positivo para la solvencia de las comunidades autónomas, según la agencia de calificación Moody's, que espera que el desequilibrio negativo de las cuentas regionales seguirá bajando en 2017 gracias al crecimiento de la economía española y las mayores transferencias gubernamentales.
"Esperamos que los déficits regionales vuelvan a bajar este año, principalmente por el rápido crecimiento económico de España y las crecientes transferencias gubernamentales, que están ayudando a las regiones a equilibrar sus presupuestos", señala Moody's.
En este sentido, la agencia señala que el retraso del Gobierno central en aprobar los objetivos de estabilidad para las comunidades autónomas en 2017 provocó la renovación de los presupuestos de 2016 para un número significativo de regiones, garantizando que prácticamente no haya cambios en el gasto hasta que se aprueben sus presupuestos de 2017, probablemente a mediados de este año.
"Esto, en combinación con nuestra positiva previsión de crecimiento económico del 2,3% y las crecientes transferencias del Gobierno con 5.400 millones de euros adicionales respecto a los niveles de 2016, conllevará una nueva reducción de los déficits regionales este año, cuando el límite de déficit se ha fijado en el 0,6% del PIB regional", añade la calificadora de riesgos.
Cataluña (-0,93%), Extremadura (-1,61%), Murcia (-1,70%) y Valencia (-1,53%) fueron las únicas entre las diez regiones españolas analizadas por Moody's que no cumplieron el límite de déficit del 0,7% fijado para 2016, aunque todas ellas mejoraron su posición fiscal respecto a 2015.
Por su parte, el endeudamiento de las regiones se incrementó un 5% en 2016, hasta los 276.900 millones de euros, frente a los 263.200 millones de 2015 ante la emisión de nueva deuda para cubrir el déficit permitido y los excesos de años anteriores que aún no habían sido financiados.
"Sin embargo, el ritmo de incremento de la deuda se ralentizó en comparación con la media del 24% observada entre 2010 y 2015", añadió la calificadora de riesgos.