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Bandera de la UE frente a la sede de la CECOMISIÓN EUROPEA

BRUSELAS, 3 (EUROPA PRESS)

Los ministros de Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) intentarán encontrar este martes una posición común con respecto a la creación de un impuesto europeo a las multinacionales digitales, una cuestión que todavía divide a las capitales europeas aunque no se aplicaría, sin embargo, hasta 2022, según recoge el último documento que debatirán los responsables económicos de los Veintiocho.

El impuesto a los gigantes digitales necesita el respaldo de todos los Estados miembros para salir adelante, un escenario complicado por la oposición que mantienen Irlanda y los países bálticos (Dinamarca, Suecia y Finlandia). Otros, como Países Bajos, Reino Unido y Alemania, tienen dudas sobre la medida.

Enfrente se sitúan Francia, principal impulsor del impuesto, junto con España, Bélgica, Portugal, Polonia, Austria, Eslovenia, Eslovaquia, Rumanía y Hungría, entre otros. Otros que habían mostrado su oposición pero están más cerca de respaldar la medida son Estonia, Chipre y Luxemburgo, mientras que Malta, Lituania y Letonia tienen problemas técnicos con la medida.

La de este martes será la segunda vez que la tasa digital llega a los mesa de los ministros de Finanzas de los Veintiocho. En la primera ocasión, el pasado 6 de noviembre, quedó patente la división entre los socios comunitarios con respecto a esta propuesta legislativa, que necesita ser aprobada por unanimidad.

La presidencia de turno de la UE, que ostenta Austria hasta que finalice el año, ha planteado la opción de retrasar su entrada en vigor hasta el 1 de enero de 2022 para salvar las diferencias entre las capitales europeas. Además, sólo se aplicaría si no se logra un consenso global en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), tal y como desean los países europeos que rechazan una iniciativa específica en el bloque comunitario.

El ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, ha reconocido que esta opción es "preferible", pero ha defendido que la UE debe "abrir el camino". "Prefiero una Europa que vaya por delante, prefiero una Europa que abra el camino y defienda sus intereses económicos, financieros y fiscales. Creo que Europa tiene una oportunidad histórica", ha destacado.

La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, ha instado por su parte a "ver cómo se desarrolla la discusión" de este martes, pero al mismo tiempo ha señalado que la fecha de entrada en vigor del gravamen no impide que se trabaje ahora en un modelo armonizado que puedan aplicar los países que se quieren adelantar.

A su vez, el titular de Finanzas de Bélgica, Johan Overtveldt, ha asegurado que el consenso entre los Estados miembros "está creciendo" y ha apuntado que, aunque sería preferible una solución internacional que "no es fácil de lograr", la UE debe intentar pactar un modelo propio "mientras tanto".

Si finalmente es aprobada, se establecería un impuesto del 3% sobre los ingresos generados por la venta 'online' de espacios publicitarios, las actividades de intermediación que permiten a los usuarios interactuar entre ellos para facilitar la venta de bienes y servicios y la venta de datos aportados por los propios usuarios.

Este gravamen afectaría a aquellas empresas con unos ingresos globales que superan los 750 millones de euros en todo el mundo y los 50 millones en el bloque comunitario.

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