MADRID, 14 (EUROPA PRESS)

La libra libanesa ha alcanzado este martes un nuevo mínimo histórico en el mercado negro, donde se intercambian 100.000 libras libanesas por cada dólar, en el marco del ahondamiento de la crisis económica en el país, empeorada por el estancamiento político tras el vacío en la Presidencia desde el 31 de octubre.

La plataforma on line lirarate.org recoge que el dólar se compra a 100.500 libras libanesas, mientras que se vende a 100.00 libras, si bien la plataforma Sayrafa, del Banco de Líbano, indica que la tasa de cambio es de 75.800 libras libanesas por dólar.

La moneda libanesa se ha depreciado cerca de un cien por cien desde el estallido de la crisis hace tres años, mientras que las autoridades no pueden aplicar medidas para contener la situación debido a que no hay un presidente ni un Gobierno en funciones por la parálisis institucional ante la falta de acuerdos para su nombramiento.

Durante la jornada de este martes se ha retomado la huelga en los bancos del país tras un llamamiento de la Asociación de Bancos de Líbano para defender sus protestas contra los casos abiertos contra varios de sus directivos, en medio de las sospechas de corrupción y mala praxis, según ha informado el diario libanés 'L'Orient le Jour'.

De hecho, el gobernador del Banco Central, Riad Salamé, ha sido citado a declarar este miércoles en el marco de un caso de delitos financieros y presunto blanqueo de capitales a raíz de las acusaciones formuladas en este sentido por la Fiscalía de Líbano.

La acusación contra Salamé llega más de un mes después de que se iniciaran una serie de investigaciones sobre su patrimonio. Sin embargo y pese a las denuncias, las investigaciones y la prohibición de salida del país, Salamé no ha abandonado su cargo al frente del Banco Central, que ocupa desde 1993.

El gobernador del Banco Central hace frente, además, a investigaciones judiciales en Francia y Suiza, entre otros países, por sospechas de blanqueo y enriquecimiento ilícito. Salamé ha sido objeto de numerosas críticas por el papel del Banco Central, si bien ha rechazado las acusaciones y ha apuntado a la acción de diversos partidos políticos, a los que culpa de la situación que atraviesa el país.

Las estimaciones sitúan las pérdidas del Banco Central entre 50.000 y 60.000 millones de dólares. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha ofrecido asistencia, pero la crisis política y la falta de reuniones del Gobierno han impedido poner en marcha contactos para lograr un acuerdo.

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