"La economía de la zona euro lleva cinco años creciendo y esperamos que la expansión continúe en los próximos años". Así lo ha asegurado el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, a pesar de que "recientemente hemos visto una pérdida en el impulso de crecimiento". Mantiene que "todavía se necesita paciencia y persistencia en nuestra política monetaria", con lo que espera que los tipos de interés continuarán en su nivel actual al menos hasta el verano de 2019.
Durante su intervención en el Congreso Europeo de Bancos celebrado en Frankfurt, ha afirmado que "debemos controlar los riesgos comerciales con mucho cuidado durante los próximos meses", aunque "la desaceleración ha generado interrogantes sobre la fortaleza de las perspectivas de crecimiento, ha confirmado su "confianza" en la zona euro.
Draghi ha asegurado que el Consejo de Gobierno europeo también ha observado que las incertidumbres en torno a las perspectivas a medio plazo "han aumentado". "En nuestra próxima reunión de diciembre, estaremos en una mejor posición para hacer una evaluación completa de los riesgos para el crecimiento y la inflación", ha dicho. Sin embargo, el organismo europeo espera que los tipos de interés "se mantengan en sus niveles actuales al menos hasta el verano de 2019"
"En nuestra próxima reunión de diciembre, estaremos en una mejor posición para hacer una evaluación completa de los riesgos para el crecimiento y la inflación"
"En cualquier caso, durante el tiempo que sea necesario para garantizar que la inflación continúe avanzando hacia nuestro objetivo de manera sostenida. Hemos afirmado que las reinversiones continuarán por un período prolongado de tiempo después del final de las compras netas o, incluso, durante el tiempo necesario para mantener las condiciones de liquidez favorables y un amplio grado de acomodación monetaria", ha añadido.
En cuanto a los condicionantes que han provocado "la desaceleración del crecimiento que hemos presenciado este año", Draghi ha apuntado a dos. El primero son los factores propios de la Unión Europea (UE), entre ellos la producción industrial, especialmente en el sector automovilístico. "En el tercer trimestre del año vimos una interrupción significativa de la producción de automóviles creada por la introducción de nuevos estándares de emisiones de vehículos a partir de septiembre", ha explicado. Aunque es un efecto que "debe ser temporal", tuvo un gran peso en las economías con grandes sectores automotrices, como Alemania.
El segundo condicionante ha sido un crecimiento más débil del comercio. "Estamos presenciando una desaceleración a largo plazo en el comercio mundial", ya que en el primer semestre del año decayó hasta el 4,6%. Su menor crecimiento "también podría ser temporal, pero hay condiciones que podrían hacerlo más duradero".
Considera que la incertidumbre comercial podría aumentar y disminuir el rendimiento de las exportaciones de la zona euro, en particular debido al proteccionismo. El acuerdo comercial preliminar alcanzado entre EEUU, Canadá y México "reduce la incertidumbre, pero quedan otras disputas". Una de ellas es si la incertidumbre sobre la demanda externa se extiende a la demanda interna a través de la confianza de los inversores.
Por otro lado, el presidente del BCE, ha apuntado a que las condiciones de financiamiento "aún son muy favorables en la zona euro, respaldadas por nuestra política monetaria acomodaticia". "El coste de los préstamos bancarios para las empresas cayó a mínimos históricos en la primera mitad de este año en todas las grandes economías de la zona euro, mientras que el crecimiento de los préstamos a las empresas se mantuvo en su tasa más alta desde 2012". Además, "la tasa de crecimiento de los préstamos a los hogares también es la más alta desde 2012 y el crédito al consumo ahora actúa como el componente más dinámico, lo que refleja la fortaleza continua".
Por todo esto, Draghi cree que "la implementación de todas las iniciativas en curso para 2019 se han vuelto tan urgentes como los primeros pasos en la gestión de crisis de la zona euro hace siete años". "Hoy son urgentes, no por una crisis económica que hemos abordado con éxito, sino porque son la mejor respuesta a las amenazas que se están imponiendo en nuestra unión monetaria: a estas amenazas, más Europa es la respuesta", ha concluído.