Dinero rápido, fácil y... muy caro: los créditos rápidos atacan en vacaciones

Los créditos rápidos están en auge. Sus pegadizas canciones y eslóganes en los anuncios de televisión golpean con fuerza entre los españoles a la espera de cualquier tropiezo económico en las familias. Y más aún en estas fechas. Pero, ¿es una buena opción recurrir a ellos para pagar imprevistos o costear las vacaciones?

No paran de crecer. El volumen de estos préstamos crece hasta acercarse poco a poco a los niveles anteriores a la crisis. La cifra de saldo vivo de créditos alcanzó en abril de este año los 42.590 millones de euros, un nivel próximo a los 43.064 millones de 2011. Y, aunque todavía lejos, cada vez está más cerca de los máximos de 59.573 millones en diciembre de 2008, según se desprende de las estadísticas del Banco de España sobre establecimientos financieros de crédito (EFC).

Pero no son algo nuevo. Las entidades que se encargan de ellos existen desde 1994 y están actualmente reguladas con una ley de 2015 que les exige condiciones similares a los bancos, aunque con menores exigencias de capital. El Banco de España explica que sus principales características son la especialización de su actividad en el negocio de préstamos principalmente, y la imposibilidad de que capten dinero del público a través de depósitos, si bien asegura que cualquier persona física o jurídica puede conceder créditos, sin ser necesariamente una entidad financiera (bancos, EFC, entidad de pago... ) y, por tanto, muchos se escapan a su supervisión.

“Lo fundamental es pedirlos solo de forma puntual y nunca tenerlo como una alternativa a la que acudir al primer tropiezo económico que sufra nuestra economía”

UNO DE LOS MAYORES ERRORES EN VACACIONES

Las vacaciones son una fecha clave para estos préstamos rápidos y las distintas entidades lo saben. Por eso sus eslóganes se repiten hasta la saciedad estos días: ‘Hasta 6.000 euros en quince minutos, sin papeleos, sin comisión de apertura ni cancelación’. Sin embargo, según los expertos, son unos de los errores más habituales de los españoles en vacaciones porque “se devolverá el dinero con intereses, se gastará más porque el dinero está ahí y se disfrutará menos pensando en que hay que devolverlo”, aseguran desde Preahorro.

Del mismo modo, Lucia Veiga, de iAhorro, explica que los créditos rápidos son productos con unos intereses muy altos, por tanto “lo fundamental es pedirlos solo de forma puntual y nunca tenerlo como una alternativa a la que acudir al primer tropiezo económico que sufra nuestra economía”. Así, destaca que pueden ser una solución para pagar un imprevisto inoportuno, pero no lo serán tanto para pagar unas vacaciones.

HASTA UN 79% TAE...

¿Cuánto cuestan estos créditos y cuáles son sus características básicas? Atendiendo a algunos de los que aparecen en televisión en estos días, y analizando su letra pequeña, Creditea, por ejemplo, ofrece préstamos de hasta 3.000 euros en un plazo máximo de devolución de 3, 6, 12, 24 o 36 meses a un tipo deudor fijo del 4,99% mensual y una Tasa anual equivalente (T.A.E) del 79,38%. En caso de demora en el reembolso, el prestamista podrá cobrar intereses de demora por cada pago retrasado al tipo deudor más el 0,05% diario y tendrá derecho a cobrar comisiones e indemnización por impago.

Hay que tener en cuenta que los créditos rápidos son productos con unos intereses muy altos de hasta el 79% TAE

Por su parte, Cofidis financia hasta 6.000 euros en un plazo de devolución inicial de 12 a 42 meses, sin comisiones de apertura ni cancelación total o parcial. Y a un tipo de interés mínimo y máximo TIN 22,12% y TAE 24,51%. Es decir, de pedir el crédito máximo de 6.000 euros, el importe total a pagar ascendería a 8.515,02 euros, sin tener en cuenta impagos o demora en los reembolsos.

… Y UNA PENALIZACIÓN DE MORA DE 1,1% DIARIO

Vivus es otra de las entidades que más resuenan estos días. En este caso ofrece “hasta 1.000 euros sin nóminas, sin avales y en tan solo 15 minutos”. Sin embargo, es solo el primer crédito de un importe máximo de 300 euros el que no tiene intereses ni comisiones en un plazo de devolución de 30 días. Esto es, la TAE para el primer préstamo es del 0%, pero para los préstamos siguientes varía en función del importe y plazo. A modo de ejemplo, para un crédito rápido de 100 euros a 30 días, los intereses serían de 30 euros, lo que equivale a una TAE del 2229,8%. Además, hay que tener en cuenta que los plazos de devolución son limitados y añaden una penalización por los pagos atrasados de un 1,10% diario con un máximo del 200% del principal, además del importe impagado.

Víctor López, portavoz de finanzas del comparador Rastreator.com, advierte, por tanto, de la necesidad obligatoria de “informarse correctamente de los costes y penalizaciones que implica dicho préstamo” y, por supuesto, “comparar todas las alternativas que ofrece el mercado y optar por la opción más realista a las necesidades financieras y capacidad de devolución”.

Desde Preahorro, sin embargo, desaconsejan los créditos rápidos y recomiendan disponer siempre de un fondo de emergencia que cubra este tipo de imprevistos o recurrir a la financiación tradicional que ofrecerá mejores condiciones. Mientras, Lucía Veiga, de iAhorro, reitera que se trata de un producto de último recurso y de uso excepcional. Por lo que “habría que acudir a los préstamos rápidos solo una o dos veces en la vida”, concluye.