China tiene ante sí un difícil panorama, y eso que la lectura del Producto Interior Bruto (PIB) para el conjunto de 2023, año en el que ha crecido un 5,2%, ha superado el objetivo que se ha había marcado Pekín del 5%. Los expertos auguran que el crecimiento seguirá desacelerándose, y es que "persisten los desafíos de crecimiento".
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La decepción del PIB y las ventas minoristas de China lleva a las bolsas de Asia al rojoSon palabras de Sophie Altermatt, economista de Julius Baer, que en un comentario explica la postura del banco suizo sobre la economía del gigante asiático y dice que "a pesar de lograr el objetivo de crecimiento del Gobierno de alrededor del 5%, 2023 resultó ser más accidentado de lo esperado" para China.
Y es que, comenta, la crisis inmobiliaria "sigue siendo un lastre importante" y "la breve recuperación no ha logrado reactivar la confianza, ya que la demanda general se ha mantenido moderada". De hecho, la experta destaca que los datos de actividad económica de diciembre "muestran que la divergencia entre la mejora de la producción industrial y la moderación de la demanda persistió en diciembre".
Cabe recordar que la producción industrial creció ligeramente más de lo esperado, mientras que las ventas minoristas se desaceleraron más de lo esperado. Por su parte, la inversión en activos fijos siguió repuntando, impulsada por una mayor inversión en infraestructura y manufactura, a medida que el apoyo adicional de la política fiscal a proyectos de infraestructura entró en vigor y contribuyó a una aceleración de la inversión en infraestructura.
Por el contrario, recuerda Altermatt, la inversión inmobiliaria siguió contrayéndose a un ritmo de dos dígitos y la caída se profundizó. "La actividad del sector inmobiliario en general siguió en profunda contracción, y las ventas de viviendas nuevas y la actividad de construcción disminuyeron aún más en diciembre. Solo siguió aumentando la finalización de proyectos inmobiliarios", apunta la economista.
Y añade que dado que la demanda de vivienda no muestra signos reales de estabilización, los precios inmobiliarios continuaron cayendo en diciembre. En su opinión, "es probable que la corrección en el sector inmobiliario continúe en 2024, pesando sobre la inversión, la confianza de los hogares y las finanzas de los gobiernos locales".
De hecho, comenta que en Julius Baer "esperamos que el impulso de crecimiento secuencial de la economía china se estabilice en un nivel moderado este año, con el crecimiento anual desacelerándose al 4,4% en 2024 a medida que los efectos de la reapertura se desvanezcan, el sector inmobiliario siga siendo un lastre y las políticas gubernamentales se centren en contener riesgos de caída en lugar de proporcionar un importante impulso al crecimiento", concluye.
Una visión que comparte Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro. "Sus dificultades continúan, con un crecimiento del PIB estancado en el 5% y deflación, y una respuesta política tibia", comenta este experto. Dice que China "se enfrenta a tres vientos en contra: una huelga de consumidores, la sobrecarga del sector inmobiliario y la debilidad de la demanda manufacturera mundial".
"El banco central ha evitado de nuevo recortar los tipos de interés, a pesar de la deflación y de tener unos de los tipos reales más altos del mundo", destaca Laidler, que dice que esto "sigue siendo una combinación intrigante pero de alto riesgo de valoración barata, escaso sentimiento, economía en estabilización y flexibilidad política".
Y, señala, "no puede ignorarse" dadas las "repercusiones mundiales" que esto tiene, y que van desde las materias primas hasta empresas de la talla de Apple. "Crucemos los dedos para que el 10 de febrero comience el auspicioso Año del Dragón", concluye.